La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, aseguró ayer que el Gobierno impulsará un plan de inclusión educativa de alumnos discapacitados que vaya «más allá» de la enseñanza obligatoria y que se extienda «muy especialmente» en el bachillerato y la formación profesional. Cabrera se refirió a este compromiso de su ministerio antes de participar en un congreso organizado por la Confederación Española de Organizaciones en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps) en Córdoba. La ministra, quien destacó la importancia de integrar a todos los niños con discapacidad en el sistema educativo, garantiza que el Gobierno va a hacer cuanto esté en su mano para que ese objetivo llegue a ser una realidad.
A su juicio, desde hace unos años se está viviendo un nuevo concepto de la discapacidad que ha llevado al resto de la ciudadanía a entender que los afectados también son personas con todos sus derechos; entre ellos, el de la educación. Cabrera ve positivo el modelo de integración propuesto por FEAPS, porque hace del niño «el centro» de la organización del sistema educativo, y subraya que la Ley Orgánica de Educación ya se marcó la inclusión como uno de sus objetivos. «Pero queremos reforzar todavía más esta filosofía», apostilló.