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Un colegio de Aldán revoluciona el sistema de educación infantil

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera CANGAS / LA VOZ

EDUCACIÓN

LEANDRO ABALLE

El método trata de desarrollar las «inteligencias múltiples» de los niños

13 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El colegio Sagrada Familia de Aldán está revolucionando el sistema de educación infantil. «Hasta ahora los niños se dedicaban a hacer fichas», explica el profesor Francisco Durán, que lleva 21 años como docente, «es lo más habitual en todos los centros». Pero ahora recorren circuitos similares a los de una pista americana, serpentean entre conos, mantienen el equilibrio sobre filas de neumáticos colocadas al tresbolillo y recorren colgados de los brazos un pequeño tramo de escaleras.

¿Por qué? Durán tuvo la oportunidad de realizar un curso de formación en el que aprendió del colegio Montserrat. Este centro de Cataluña explicó sus sistemas de educación, que recoge parte del método Doman, basado en el trabajo de este terapeuta, que sostiene que los programas de estimulación sensorial pueden hacer crecer físicamente el cerebro y mejorar la función neurológica de los pacientes. Con estos mimbres y su propio bagaje educativo y pedagógico el centro concertado, imparte el Programa de Desarrollo Básico. En las edades más tempranas realizan pruebas de arrastre, gateo o braquiación.

«El gateo se hace para que identifiquen bien la mano derecha y la izquierda y aprendan estas diferencias y mejoren la lateralidad», señala el docente que está acompañado por la profesora Lupe Rial. Siempre hay dos docentes en cada clase de este tipo de ejercicios.

El profesor Francisco Durán explica que fortalecer los brazos a esta edad temprana resulta fundamental para poder luego coger el lápiz con destreza y tener fortaleza en las extremidades. Suso Santos, el profesor de inglés habla a sus alumnos de tres años en este idioma y tiene en la cerdita de dibujos animados Pepa Pig su mejor aliado para las clases de los más pequeños. «Nuestro sistema educativo es deficiente en el aprendizaje de idiomas. Es imprescindible dedicarle horas a este asunto. Las tecnologías resultan vitales para paliar este déficit».

En el aula los niños de educación infantil van rotando cada diez minutos por diferentes rincones. Un área está dedicada al desarrollo matemático, otra al del lenguaje y es una alfombra de goma espuma en la que juegan e interactúan. Van rotando por los diferentes espacios. «No existe un solo tipo de inteligencia, sino que son múltiples y se trata de estimular al niño para que las desarrolle todas», asegura Francisco Durán.

«Estamos muy contentos con los resultados», apostilla Amparo Rodríguez, la directora, que forma parte del Instituto Secular Cruzadas de Santa María, que rige el centro.