Un completísimo informe de la OCDE analiza lo que se hace en el mundo de la educación, y ofrece las mejores estrategias para triunfar. La más importante: el profesor
02 may 2018 . Actualizado a las 11:50 h.Diseñar una escuela que funcione bien en el siglo XXI parece algo sencillo. Requiere pocas cosas: profesores empoderados, con autonomía, formación y recursos suficientes. A partir de ahí, hay otros detalles importantes, aunque subsidiarios: flexibilidad en el currículo, liderazgo de la dirección del colegio, políticas activas de apoyo a las familias y alumnos que se sepan escuchados. Estos son los mimbres que deben formar la educación del futuro según un completísimo estudio que ha hecho la OCDE, los mismos que el informe PISA.
El análisis es muy complejo y con muchos puntos de vista, pero curiosamente no da a la tecnología en esta educación del futuro más peso que el de una buena herramienta, igual que a las nuevas didácticas (a las que considera un apoyo útil para el profesor). Desde todo punto de vista el estudio de la OCDE sitúa al profesor en el centro y estos son los consejos que da a partir del análisis de lo que realmente funciona y no en el mundo occidental:
Alumnos con NEE
Para atender a los estudiantes con necesidades educativas especiales hay tres cosas que funcionan:
- Cultura de inclusión. Los líderes de la escuela deberían crear una cultura de inclusión de este tipo de alumnos; hay que ser inclusivo con cada individuo y asegurarse de que todos se ven envueltos en el proceso de aprendizaje.
- Empoderar a los profesores. Los maestros deben tener recursos materiales, oportunidades de aprendizaje y, sobre todo, cierto grado de autonomía en el desarrollo del currículo y las pedagogías para sus alumnos NEE.
- Programa integral para alumnos con NEE. Los profesores no pueden conseguir el objetivo de la integración si trabajan solos. Hay que establecer protocolos sobre cómo integrar a los estudiantes y qué deben hacer los profesores. Tiene que estar bien estructurado.
Equidad
- Apoyo a los profesores. Necesitan más recursos y formación. El líder del colegio debe reconocer los desafíos de enseñar a los estudiantes en circunstancias desfavorables y crear pautas para apoyar la enseñanza. Hay que dar incentivos a los profesores que enseñan en zonas alejadas y en condiciones difíciles.
- Comunicación con el entorno. Hay que establecer una comunicación de calidad entre padres, profesores y la comunidad. La escuela y la comunidad deben trabajar juntas por el bienestar del ambiente familiar.
- Financiación suficiente. El coste prohibitivo de las escuelas privadas (el estudio se hace en toda la OCDE) hace que la educación de los niños más desfavorecidos recaiga siempre sobre la escuela pública. Para asegurar que todos los estudiantes tienen similares oportunidades de éxitos, las escuelas públicas deben tener financiación e infraestructura suficiente para apoyar el aprendizaje de todos sus alumnos.
Bienestar
Es una de las mayores preocupaciones de las familias españolas y para garantizarla el informe da tres claves:
- Políticas en favor del compromiso familiar. Los gobiernos pueden crear marcos y protocolos para el compromiso efectivo de las familias con los colegios. Las reformas en la formación inicial del profesorado deben incluir estrategias para comunicar con éxito y comprometerse con los padres.
- Asegurar el refuerzo y promoción de la participación de los padres. Las escuelas deberían introducir políticas que favorezcan la colaboración de las familias. Esto podría tomar la forma de juntas o asociaciones a través de las cuales los padres pueden participar en la toma de decisiones, o la organización de eventos continuos o de una sola vez.
- Apoyo adicional a los profesores para interactuar con familias poco comprometidas. Padres emigrantes o de bajo nivel educativo pueden tener dificultades para seguir o reforzar el aprendizaje de sus hijos. Los profesores necesitan en esos casos guiar a los padres. En estos escenarios los maestros necesitan formación y apoyo adicional, tanto en tiempo como en recursos.
Bullying
Otra de las grandes preocupaciones para las familias en España. ¿Cómo atajarlo? Según la OCDE, lo que realmente funciona es:
- Empoderar a los maestros. Muchos no están preparados para intervenir en los casos de bullying, ni siquiera para identificarlos, especialmente si son a través de Internet.
- Concienciar a las familias. Los padres no siempre son conscientes de que sus hijos hacen bullying a otros compañeros o lo sufren. Tener una línea de comunicación abierta con los profesores puede ayudar a detectar los casos y tomar medidas. Los programas de prevención también pueden ayudar a los padres a generar un apoyo emocional estable a sus hijos (incluyendo escucharlos, apoyarlos, darles cariño, confianza y respeto).
- Empoderar a los estudiantes. El comportamiento de los espectadores importa. Las actividades de mediación y mentorización (el estilo TEI) son algunos de los elementos más completos de los programas antibullying, aunque algunos estudios indican que se necesita aumentar su eficacia. Mientras, las víctimas necesitan sentir que son escuchados y ayudados por los adultos de la escuela. Luchar contra el ciberacoso exige recursos específicos para enseñar a los estudiantes cómo usar Internet de forma saludable, segura y responsable. La escuela puede incluso ofrecer consejo a los alumnos envueltos en incidentes de ciberacoso.
- Enfoques a varios niveles. A nivel general, los programas de prevención reducen las oportunidades de crear posibilidades de acoso; y hay que desarrollar acciones entre los colectivos más interesados o en riesgo (de ser acosados o acosados). La evidencia muestra que usar tanto programas generales como específicos es más efectivo que la suspensión u otras técnicas exclusivas que pueden dar lugar a un aumento de los problemas académicos y de comportamiento para los acosadores.
- Usar estrategias para toda la escuela. Como las desarrolladas en Castilla y León. Se hacen programas de prevención e intervención que incluye apoyo a las víctimas y denuncia de los acosos, además de establecer un conjunto común de expectativas para un comportamiento positivo. Las escuelas también pueden desarrollar planes contra el ciberacoso e introducir programas de seguridad digital de forma transversal.
- Monitorizar la incidencia. Controlar la intimidación tanto en persona como en línea. La recopilación de datos sobre el acoso mediante encuestas anónimas de estudiantes puede informar el proceso de supervisión e intervención, e identificar áreas potenciales para la capacitación intensiva del personal de la escuela. También puede alertar sobre nuevas formas de acoso y nuevas tendencias.
Además, en el estudio se apuntan otras acciones que dan buen resultado: construir una cultura de buen comportamiento y expectativas positivas en el colegio; proveer a los alumnos de herramientas para responder al bullying; identificar a los estudiantes que son compasivos; y animar a los padres a comunicarse con los hijos.
Siglo XXI
¿Cómo debe adaptarse la escuela al siglo XXI? ¿Hay que poner tecnología en el aula? ¿Y nada más? Para la OCDE esto es lo que funciona:
- Más autonomía a los maestros. Los profesores necesitan ser apoyados, empoderados y que se confíe en ellos. Los profesores quieren que sus alumnos tengan éxito pero, al mismo tiempo, deben confiar en que eligen las estrategias más apropiadas. Los administradores deberían darles más espacio y tiempo para la automejora.
- Identificar las mejores prácticas y crear una red de maestros. La Administración debe potenciar que los profesores con experiencias exitosas compartan sus conocimientos con los demás. Es lo que acaba de hacer la Xunta con la feria de ciencias.
- Mentores. Es una opción que funciona muy bien en Estados Unidos: los mejores maestros ayudan a otros más jóvenes o con menos pericia, son sus mentores.
- Reconocer a los profesores como profesionales. Sobre todo a través de un sueldo adecuado.
Conocimiento activo
- Alinear el sistema educativo al nuevo marco. Hay que equilibrar el aprendizaje basado en el conocimiento con el de las competencias. En lugar de seguir un enfoque descendente, donde los marcadores de políticas determinan de manera aislada el enfoque que se ajusta al marco de aprendizaje, los gobiernos y los sistemas educativos deben seguir un enfoque ascendente que involucre a docentes y escuelas, y construir sobre sus puntos de vista en la elaboración de políticas.
- Revisar cómo se mide la actuación de profesores y alumnos. La actuación de profesores y alumnos se considera todavía un indicador de la calidad y el progreso de los sistemas educativos. Sin embargo, aunque el currículo tiende hacia el desarrollo de las competencias, los sistemas todavía valoran solo la adquisición de conocimientos y no testa las competencias. Si el profesor está a solas con sus alumnos y nadie le dice qué hace mal no tendrá incentivos para modificar las prácticas y adaptarlas a un marco competencial.
- Reexaminar el papel de los líderes de la escuela. Estos juegan un papel fundamental en la guía y apoyo a los profesores en la adquisición de un marco basado en competencias. Los equipos directivos puede dar libertad y autonomía a los maestros para experimentar e intentar nuevas iniciativas en la clase.
Aprendizaje activo
- Adaptado al siglo XXI. Asegurarse que el aprendizaje refleja las habilidades y competencias del siglo XXI: fomentar el pensamiento de orden superior, pensamiento crítico y habilidades colaborativas.
- Aprender siempre. Entender y promover la idea de que los grandes profesores son grandes aprendices.
- Tiempo y espacio para innovar. Hay quien proponer reducir la jornada lectiva de los profesores innovadores a cuatro días a la semana para que puedan dedicar el quinto a aprender, preparar e innovar.
Tecnología en clase
- Formar a los profesores. La tecnología ayudará a transformar la educación solo si los profesores están preparados, animados y capaces de utilizarla, por eso los maestros deben recibir formación inicial y continuada.
- Apoyo al docente. Animar a los maestros a asumir riesgos, sobre todo desde el equipo directivo del colegio
- Trabajo en red. Establecer relaciones con otros centros para compartir buenas prácticas.
- Inversión estatal. La Administración debe apoyar el desarrollo de software de educación y garantizar que llegue a los profesores.
Redes sociales
Es el aprendizaje del mañana y para sacarle el máximo partido esto es lo que funciona.
- Darle herramientas a los profesores. Así podrán ayudar a los alumnos a identificar información veraz en las redes.
- Personalización. Este tipo de aprendizaje permite una enorme personalización, en la que los estudiantes elijan con quién interactuar y cuánto participar.
- Crear sistemas que ayuden a la construcción de conocimiento. Profesores y alumnos necesitan constantemente actualizar sus conocimientos.
Gamificación
Es una de las didácticas en auge. Pero, ¿todo funciona? Según el trabajo de la OCDE estas son las mejores estrategias, la que han dado más resultado:
- El docente, en el centro. Implantar el plan de tres pasos: formar, equipar e incentivar.
- Adaptar el currículo. Cambiarlo de abajo arriba (autonomía en las escuelas para adaptarlo a las necesidades de la clase)
- Modificar el tipo del juego. Los profesores deben familiarizarse con los juegos que les interesan a sus alumnos, buscando la forma de integrar los aspectos positivos en sus lecciones. También deben colaborar con las familias.
Innovación
Sin duda hay que fomentarla y para eso lo mejor es:
- Visión nacional. Introducir políticas nacionales para currículos y planes de estudios que reconozcan la necesidad de un enfoque holístico para la enseñanza de las habilidades del siglo XXI
- Centrarse en áreas concretas. Identificar las áreas cruciales del currículo donde los métodos tradicionales pueden ser reevaluados para asegurar que los procesos de aprendizaje efectivos toman forma
Cerca del entorno. Hay que asegurarse que el establecimiento de políticas mantiene una fuerte conexión con la comunidad local.