Los institutos gallegos quieren que los exámenes de septiembre pasen a junio también en ESO
EDUCACIÓN
Los directivos de IES de toda España reclaman en Cantabria que se unifiquen los calendarios, que varían enormemente entre comunidades
21 may 2018 . Actualizado a las 11:56 h.Los directores de institutos demandan la unificación de un calendario escolar en España que vaya más allá de las fechas de inicio y final de curso. Además, quieren que se regule en serio el acceso y selección a la dirección y que se potencie la FP como una alternativa académica similar a la universidad. Estas son las tres principales conclusiones del 18.º Congreso de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (Fedadi), que se reunió este fin de semana en Reinosa (Cantabria).
Por parte de Addiga, que es la asociación gallega de directivos de instituto, estuvo una representación encabezada por Marisol Louro, directora del IES de Ames y secretaria de Addiga. Según explicó, la agrupación gallega apuesta claramente por un calendario escolar que convierta septiembre en junio, es decir, que los alumnos de toda la secundaria terminen el 30 de junio el curso con sus exámenes extraordinarios terminados. Desde el punto de vista organizativo, permitiría a la dirección del centro «diseñar con tiempo el siguiente curso», sabiendo qué alumnado tiene en las diferentes materias y, por tanto, qué profesorado necesita.
Pasar los exámenes de septiembre a junio también en la ESO exigirá un período de adaptación
Entiende Louro que no es un paso fácil: «Vamos a necesitar un período de adaptación, porque hay que acostumbrar a los alumnos y a sus familias de la importancia del trabajo diario». Está claro, dice, que si solo hay una semana para preparar los exámenes extraordinarios es muy poco probable que un estudiante que tiene cinco o seis asignaturas pendientes pueda superar el curso. «Tampoco se trata de hacer que los alumnos repitan ?recalca Louro? porque en el 90% de los casos no es bueno para ellos». Llegar a ese equilibrio es complicado y requiere un esfuerzo por parte de todos.
Pero lo que parece inevitable es eliminar los exámenes de septiembre, al menos a medio y largo plazo. Eso sí, en España hay una variedad enorme en el calendario: muchas comunidades llevan a julio el examen de septiembre pero solo para segundo de bachillerato; otras, las menos, han alterado el ritmo en toda la ESO. El debate sin duda está servido.
Otro de los asuntos que abordaron en Fedadi fue el acceso a la dirección. En Cataluña se aprobó la pasada semana un nuevo requisito para presentarse a la dirección de un centro, tanto de un centro de primaria como de secundaria, por el que hay que hacer, antes incluso de solicitarlo, un curso obligatorio de 240 horas (de las que 104 presenciales y 136 no presenciales). Los que ya hayan desempeñado este trabajo con anterioridad también tendrán que hacerlo, aunque será de actualización y no de iniciación. Hasta ahora, en Cataluña el curso era de 90 horas, pero una vez que el interesado ya sabía que había sido elegido.
En Galicia, profesores que son directores
En Galicia lo que hay por el momento es un curso voluntario para nuevos directores y directores en activo, y desde Addiga se reconoce que «es muy necesario tener una formación específica». Louro explica: «En Galicia lo que tenemos son profesores que se dedican a la dirección».
Con todo, lo que han hecho los catalanes (que se debe al desarrollo de un decreto propio del año 2010) se repetirá pronto en toda España: en enero del 2019, cuando la Lomce lleve 5 años en vigor, el acceso a la dirección de un centro exigirá en cualquier caso una formación específica. La Consellería de Educación ya está preparando la gallega.
Finalmente, desde Fedadi creen que es necesario profundizar en las relaciones entre los institutos y las empresas, adaptar los currículos de la FP y visibilizar esta opción educativa para cambiar el concepto que se tiene de ella. «Las familias siguen queriendo enviar a sus hijos a la universidad aunque haya salidas mucho mejores para ellos en el FP, que tiene un nivel muy alto», recalca Marisol Louro.