«Las universidades tienden a cuidar solo a los que están dentro»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

Luis Sanz Menéndez ha sido director del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC
Luis Sanz Menéndez ha sido director del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC SANDRA ALONSO

Según Luis Sanz, miembro del comité asesor del sistema investigador gallego, el envejecimiento del personal es una «oportunidad» para estabilizar y a la vez recuperar el talento emigrado

18 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que el Icrea catalán, el Ikerbasque en Euskadi y la Agencia Estatal de Investigación, el sistema científico gallego se ha dotado de un comité externo asesor. Luis Sanz Menéndez, experto en política científica, es uno de sus miembros.

-En estas entrevistas siempre aparecen conceptos como precariedad, infrafinanciación, fuga de cerebros...

-Mirada en perspectiva, la situación actual es, en términos de financiación, de inversiones y de capacidades, mejor de lo que era hace 15 o 20 años. Hay serios desafíos como los que señalabas. Una parte importante es el problema de la salida de talento. Otro problema serio es una cierta precarización. Hay una consustancial temporalidad que naturalmente debe ser solo en ciertas fases del ciclo de vida. Lo que no es sensato son las becas posdoctorales no como una relación laboral, sino como un donativo, entre comillas, a cambio del trabajo.

-Y la falta de renovación.

-Ahora es una oportunidad porque en las universidades españolas en los próximos cinco años se van a jubilar casi 10.000 profesores titulares y catedráticos, unos 35.000 en los próximos 12 años. El gran desafío para las administraciones universitarias es cómo organizan ese reemplazo, encontrar el punto de equilibrio entre que venga savia nueva y se reduzca la tasa de endogamia y, al mismo tiempo, recompensar y premiar con estabilidad en el empleo a aquellos que han estado contribuyendo a sacar las castañas del fuego cuando venían mal dadas. Es una decisión difícil y las universidades tienden a cuidar solo a los que están dentro. En general, uno tiende a ser más benevolente con aquellos a los que conoce que con los que no conoce. Se supone que el que es mejor es el que debe tener éxito y hay mucho talento que está dispuesto a venir. Si las universidades emiten una señal de estar cerradas, la gente se va a otro sitio.

-¿Como está el sistema científico gallego?

-Está muy poco especializado y muy poco diferenciado. Habiendo tres universidades a menos de cien kilómetros una de la otra, lo cual es un polo de atracción tremendo, sorprende que todo el mundo tenga la tentación de hacer todo en todas partes.

-La clave es tener un objetivo claro y coordinarse.

-Como dicen los mánager, tener una visión y una misión. Esa visión es saber dónde estas y saber dónde quieres estar dentro de cinco o diez años.

-O sea, que falla en la base.

-Las universidades deben cambiar sus estrategias reproductivas. La misión de la universidad no es solo la docencia. También son misiones la investigación de calidad y lo que llamaríamos relaciones con la industria, la transferencia del conocimiento. Las tres misiones tienen el mismo peso y no se trata de que todo el mundo haga las tres cosas, sino que seguramente habrá profesores muy buenos, habrá investigadores muy buenos que a lo mejor son peores profesores y habrá gente que hace muy buen trabajo con la industria. A lo mejor es un tema de organización interna, de especialización. Creo que ese es el desafío.

«Las universidades deben cambiar su estrategia; no todo el mundo tiene que hacer de todo»

-Ese, e involucrar al sector privado.

-Es el principal problema. El esfuerzo investigador del sector público en España está al 80 % de la media europea, mientras que el esfuerzo privado está por debajo del 50 %. Esto, que es el problema a nivel de España, en Galicia está ligeramente más agudizado.

Insisto, el principal problema que tienen España y Galicia es que realmente hay que empujar a las empresas, ordenar a las empresas que se tomen en serio el futuro no solo de su cuenta de resultados, sino el futuro del país.