Educación anuncia 1.604 plazas de las oposiciones de este año, que suman casi 5.500 con las del año pasado

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Imagen de archivo de unas oposiciones de educación en Lugo en el año 2019
Imagen de archivo de unas oposiciones de educación en Lugo en el año 2019 ALBERTO LÓPEZ

La Xunta pospone para mañana el adelanto de los exámenes de septiembre a junio, una medida a la que se oponen frontalmente las dos grandes federaciones de familias

19 abr 2021 . Actualizado a las 15:39 h.

La agenda del secretario xeral de Educación, José Luis Mira, ha servido de excusa para que en la reunión sectorial de Educación (consellería y las 4 principales organizaciones sindicales) no se hablase esta mañana del nuevo calendario escolar o, lo que es lo mismo, el adelanto de los exámenes de recuperación de septiembre a junio que se quiere implantar para el curso que viene. 

De lo que sí se habló fue de oposiciones. El director xeral de Centros e Recursos Humanos, Jesús Álvarez Bértolo, presentó la nueva Oferta Pública de Emprego: 1.604 plazas para este 2021, de las que el 85% (1.372) son de nuevo ingreso.  Tal y como acordaron ya antes con los sindicatos, los exámenes para estas plazas no se celebrarán este año, sino que las pruebas se posponen para el 2022; entonces se sumarán a las plazas que saque la consellería en ese ejercicio.

Las 1.372 plazas que se diseñan en el sistema cubrirán las bajas de profesores en este curso, que fueron muchas. En el 2020 se jubilaron 1.245 docentes gallegos, frente a los 900 del ejercicio anterior, lo que supone casi un 40?% más en un año rodeado de incertidumbres y cambios fundamentales para la práctica docente.

En este junio sí habrá oposiciones, pero serán de las plazas ofertadas en el año 2020, cuyos exámenes no se pudieron realizar por culpa e la pandemia. Son 3.894 puestos de los que 2.286 son de nueva incorporación. La inscripción en las pruebas ya está cerrada y suma 26.744 personas. La plataforma Opos2021XustasParaTodxs denunció precisamente ayer que a falta de tres meses para la celebración de las pruebas la lista de personas admitidas y excluidas de las oposiciones no ha sido publicada. Recuerdan que el año pasado la Xunta anunció que iba a blindar a quienes en el 2020 se habían apuntado a las pruebas, que finalmente no se pudieron celebrar.

También se habló de la orden por la que se convoca el concurso de méritos para la selección y nombramiento de directores en los centros públicos. Está previsto renovar la dirección de 436 colegios e institutos (de un total de 1.100).

Las familias, en contra de la medida y sin posibilidad de opinar

El gran asunto previsto, el calendario escolar, ha quedado pues para una reunión del miércoles. La consellería espera consensuar con los sindicatos un cambio importante: que los exámenes de recuperación de ESO, FP básica y 1.º de bachillerato pasen de celebrarse en septiembre a hacerlo en junio, en concreto entre el 17 y 21 del año 2022.

Las dos federaciones de familias con presencia en la escuela pública gallega están totalmente en contra de esta medida en los términos en que se ha diseñado. No tanto con la idea como con el calendario, muy ajustado para que los estudiantes preparen con ciertas posibilidades las materias pendientes, y sobre todo porque nadie de la consellería se ha puesto en contacto con ellos. Entienden las familias que un cambio de este calibre no debe analizarse solo con los sindicatos, ya que la mesa sectorial es un marco en el que «se fala de condicións laborais; un lugar onde non se debera nunca falar de temas que afecten máis alo das condicións específicas de traballo comúns ao profesorado». Lo dice Anpas Galegas, entidad que añade: «Para falar de algo que afecta a todas as familias galegas, temos que estar presentes nós, o alumnado, a Administración, e os expertos en pedagoxía que avalen un calendario distinto; e logo xa se discutirán as condicións laborais para poder levalo a efecto coas persoas traballadoras, cando xa estea definido». En la misma línea va el comunicado de Confapa (Ceapa Galicia): «Unha vez mais, pais e nais somos convidados de pedra, sen posibilidade de opinar, aportar, disentir… aínda sendo en grande medida coprotagonistas, xunto cos nosos fillos e fillas, do sistema educativo. Nin se nos informa nin se nos escoita». Desde Confapa pide «á consellería que teñan en conta a nosa opinión e argumentación en contra da medida de adianto das probas extraordinarias de setembro; e apelamos á responsabilidade social dos sindicatos do ensino e aos seus representados, para que se manifesten en contra dunha medida lesiva para o seu alumnado».

Los responsables de Anpas Galegas pidieron una reunión con el secretario xeral de Educación, José Luis Mira, el pasado 7 de abril y aún no han recibido respuesta; este martes volvieron a solicitar el encuentro.

«Supón  a atropelada preparación das probas extraordinarias nun tempo record»

En cuanto al fondo del asunto, desde Confapa se dice que «suporía, para os rapaces e rapazas que non tiveran superado as asignaturas na avaliación continua ordinaria do curso, a atropelada preparación das probas extraordinarias nun tempo record e inmediatamente despois de ter feito os exames da terceira avaliación, sen tempo material nin folgos para acometer tarea de tal envergadura». Además, aquellos que aprobaron el curso «continuarían (ou non) acudindo ao seu centro educativo, non se sabe ben a qué, nin por quen estarían atendidos».

«Non son vacacións, é un deserto insuperábel na autonomía do alumnado con dificultades»

Anpas Galegas, por su parte, acepta la posibilidad de adelantar los exámenes de septiembre, en parte para garantizar un período de vacaciones para los estudiantes, pero dejar el tiempo muerto del 22 de junio al 15 de septiembre «non son vacacións, isto é un deserto insuperábel na autonomía do alumnado con dificultades, e un descanso innecesario para aquelas que non as teñen».

Desde esta agrupación se insiste en que el cambio tiene que ser mayor. Hay que repensar el calendario escolar, una petición ya antigua para ellos: «Sistematicamente esiximos que se abra o debate sobre outro calendario diferente, que estea apartado das festividades relixiosas, que teña unha organización estritamente pedagóxica e non laboral (debería estar pensado para as persoas que están escolarizadas, non para quen está traballando) , que sexa consensuado coas familias, e tamén co propio alumnado dos cursos superiores. Pero ese debate non se abre».