Educación adapta la matriculación de alumnos a la nueva ley para el 22/23

EDUCACIÓN

Una orden regulará un asunto polémico: el reparto de estudiantes que se trasladan
08 nov 2022 . Actualizado a las 12:28 h.La Lomloe, o ley Celaá, va tomando forma en el ordenamiento legal, como con el decreto que regula la admisión de alumnos, que la Xunta ha colgado en el portal de transparencia y que se supone entrará en vigor en el curso 2022/23. Incorpora pocos cambios, y apenas significativos para el conjunto de los estudiantes; el documento pone el acento en la zona de residencia del estudiante, ya un factor primordial en la normativa actual. Estos son los principales cambios que contempla el decreto:
Zona de influencia
Para cumplir con la normativa diseñada por Isabel Celaá, la Consellería de Educación ha ampliado los puntos que se ofrecen por vivir o trabajar cerca del colegio de destino de los menores: de los 6 actuales pasa a los 8; y en el caso de ser colindante con la residencia, de los 3 a los 4. Lo mismo ocurre si en vez de vivir la familia trabaja en la zona: de 4 puntos se pasa a 6.
¿Por qué no es demasiado importante este cambio? Porque se valore en 6 o en 8 puntos, la zona ya es lo principal para tener opciones de matrícula. En los centros más demandados la única posibilidad de acceder era tener hijos en el centro y, si no, todos los puntos de zona y a veces el extra que cada centro educativo decide (los concertados, ser antiguo alumno habitualmente). Con 7 puntos (desde el curso 22/23 serán 9) es bastante probable tener plaza, máxime con la caída de la natalidad.
Hermanos
Con la nueva normativa, la presencia de hermanos no puede sumar más de 14 puntos (8 del primero y 2 por cada uno más) cuando antes no había un tope máximo de puntos. Por tanto, solo las familias con más de 5 hijos podrán verse afectadas (negativamente) por esta nueva regla.
Parto múltiple
Es una de las novedades del decreto, que se incorpora a la normativa gallega porque la Lomloe así lo exige. Sí puede marcar la diferencia porque solicitar plaza para unos mellizos supone 8 puntos, y 10 sin son trillizos. No hay muchos casos, pero tampoco es tan infrecuente esa situación, por lo que serán muchas las familias beneficiadas; en la práctica, si suma algún punto de zona les permitirá elegir casi el colegio que quieran.
Alumnos con NEE
Los colegios deben reservar entre un 10 y un 15% de sus plazas nuevas a los estudiantes con necesidades educativas especiales (o necesidades de apoyo educativo). Hasta ahora se exigían 3 puestos en 4.º de infantil (3 años), 1.º de primaria y 1.º de ESO.
Víctimas
Ser víctima de violencia de género o de terrorismo dará 2 puntos, algo que no se había contemplado hasta ahora. Nuevamente es una medida obligada por la ley estatal que beneficiará a pocas personas y en conjunto no cambiará las dinámicas de matriculación.
No cambia
La normativa gallega es bastante equilibrada en otras cuestiones que recoge la ley, por lo que no debe variar más criterios. Estos no tienen ni carácter excluyente ni suponen en ningún caso el 30% del total de puntos (solo la zona puede serlo). En el supuesto que un alumno tuviese todos los puntos posibles, sumaría 48, y ningún criterio supera los 16 puntos que marca la ley como máximo (de ahí posiblemente la limitación por el número de hermanos).
Queda pendiente
Lo que el decreto no resuelve es cómo se distribuirán los alumnos que ingresen en la escuela a mediados de curso. A nivel estatal, la matriculación extraordinaria suele estar vinculada a la población inmigrante, que llega en cualquier momento al país. La Lomloe exige que las consejerías establezca un reparto equitativo de estos nuevos estudiantes, que requieren en muchos casos medidas de apoyo educativo —por ejemplo, con el idioma—, con el fin de que no se concentren en determinadas escuelas. Para eso, la ley contempla que las administraciones puedan ampliar en hasta un 10% las plazas de cualquier colegio público o concertado; Galicia es lo que tiene recogido en su normativa actual, porque en la ahora en tramitación no se indica, queda para desarrollar en una orden posterior.
El asunto es polémico a nivel estatal, porque se considera una injerencia de la Administración en la planificación de los centros concertados. En Galicia, que lleva años en vigor, no ha generado ninguna polémica.

análisis: ¿se cumple el equilibrio entre libertad y equidad?
Caminando hacia las propuestas de Save the Children
Un trabajo de Álvaro Ferrer —especialista en equidad educativa de la oenegé Save the Children— y Lucas Gortazar —investigador del laboratorio de ideas EsadeEcPol— titulado Diversidad y libertad: ¿cómo reducir la segregación escolar respetando la capacidad de elección de centro? enumera siete propuestas para que nadie pierda en la matriculación de alumnos, y se pueda combinar la libertad de elección de los padres con la equidad propia de un país europeo. Y Galicia, aunque con buenos datos en equidad, solo cumple realmente tres de sus propuestas, aunque una sea principal:
prioridad por renta
Factor fundamental. El primer factor de segregación en España es la renta, ni la zona ni el lugar de procedencia de la familia pesan en conjunto tanto como los ingresos a la hora de elegir centro. Por eso, el estudio propone que las rentas bajas tengan prioridad a la hora de elegir colegio.
Galicia cumple. La renta baja en Galicia da puntos para pedir centro (en el nuevo decreto se mantienen las anteriores): para obtener 1 punto una familia de cuatro miembros tiene que ingresar al mes entre unos 1.700 y 2.200 euros (brutos); para obtener dos puntos son entre 1.100 y 1.700; y quienes reciban menos de 1.100 tienen tres puntos.
Otras comunidades. En general se proponen cifras más o menos similares a las gallegas, excepto en Madrid y Cataluña, donde solo tienen puntos extra quienes reciban la renta mínima vital o similares. De hecho, el estudio de Save the Children considera que la eliminación en la práctica de estos puntos es el aspecto más segregador de la normativa madrileña, más que el distrito único (se puede pedir cualquier colegio del municipio).
plazas extraordinarias
Todos los centros. El trabajo de la oenegé va en la misma línea que la Lomloe: todos los colegios públicos y concertados deben reservar un porcentaje de plazas (hasta un 10%, dice la ley) para los alumnos que se matriculan fuera de plazo, y que en general suelen ser inmigrantes recién llegados.
Galicia, pendiente. En la normativa en vigor se contemplaba esta posibilidad, aunque era la jefatura territorial la que decidía cuándo y dónde ejecutarla. Con el nuevo decreto este punto, polémico, se deja para desarrollar en una orden posterior.
Otras comunidades. En Madrid, por ejemplo, a un alumno recién llegado se le ofrecen las vacantes que haya en ese momento.
Las familias no eligen el centro que quieren sino en el que tienen más posibilidades
algoritmo flexible
Orden decisivo. EsadeEcPol propone ser más flexibles para que no se siga estrictamente el orden de elección de centro, porque eso supone que las familias no eligen lo que quieren sino que apuestan por centros que en los que tienen posibilidades de entrar para no irse al final de las listas de espera.
Galicia, muy estricta. La comunidad, como la mayoría, sigue este criterio de forma estricta.
concertada con dinero
Poco dinero. Es un asunto polémico pero todas las investigaciones lo apuntan: si no se quiere que haya segregación, la concertada o desaparece o tiene que ser realmente gratis para las familias, y eso supone obligatoriamente que el Estado debe darle más dinero por alumno. Si no es así, los centros deben echar mano de las aportaciones, más o menos voluntarias, de las familias. De todos modos, en el estudio de Save the Children se dice que la dicotomía pública-concertada es una simplificación del problema, ya que también en ambas redes hay segregación, con colegios más o menos abiertos a los alumnos menos favorecidos.
Galicia, mal. El dinero que se destina a la concertada no cubre los gastos, aunque el consuelo en Galicia es que ese desequilibrio es común en todo el país. Ocurre tanto que el ministerio hace la vista gorda, y solo amenaza con intervenir en casos muy llamativos.
más información
Oficina de escolarización. Más información y acompañamiento a las familias para que puedan elegir con conocimiento de causa; eso señala el estudio.
Galicia, muy lejos. Queda mucho camino que recorrer en la comunidad en ese sentido. Se están generalizando las jornadas de puertas abiertas en los centros, pero la escuela pública va muy por detrás de la concertada, y no hay ninguna oficina que coordine ambas redes y ayude a las familias. El resto de España adolece del mismo problema.
financiar por alumno
Centros estigmatizados. Hay una experiencia en el Reino Unido que tiene mucho éxito: Pupil Premium (Prima por alumno). Consiste en que el colegio recibe un dinero extra por cada alumno vulnerable (se entiende por tal aquel que reúne los requisitos para obtener comidas gratis); los centros deben rendir cuentas del dinero que reciben (hay programas para enseñarles cómo invertir estos extras). Un sistema de este tipo evitaría señalar y estigmatizar a los colegios.
Galicia, más tradicional. La comunidad no está lejos de esta filosofía de darle más a quien más necesita, pero lo hace de forma tradicional: a través de contratos programa con centros con un porcentaje determinado de alumnos vulnerables. Se corre el riesgo, dice el estudio, de estigmatizar al colegio y es menos efectivo.
Problema general. En general España sigue o bien la estela gallega o no tiene programas específicos.
mejorar la innovación
Más autonomía de centro. Es una propuesta que se repite en todos los informes, para promover la innovación didáctica, que lleva a la inclusión, es necesario que cada centro sea libre de adaptarse a sus necesidades.
Clara apuesta de Galicia. La Consellería de Educación lleva años trabajando en esta línea de innovación y apoyo a los centros más diligentes, aunque no siempre con el mismo éxito. Cataluña es un referente nacional de este tipo de políticas.