Esto es lo que deberán aprender los niños de infantil con el currículo que prepara Educación
EDUCACIÓN
El Ministerio diseña una formación escolar para toda esa etapa. Galicia mantendrá la educación de 0 a 3 años en el área de Política Social
31 ene 2022 . Actualizado a las 18:52 h.Las escuelas infantiles van a serlo más que nunca a partir del curso 2022/23, en detrimento de su función de guardería, que tampoco dejarán de lado. Un decreto que prepara el Ministerio de Educación y FP —y cuyo borrador ha enviado a las comunidades autónomas— unifica la etapa de infantil, de los 0 a los 6 años, con un currículo continuado. Así, es entendida como «una etapa educativa única, con identidad propia, organizada en dos ciclos (de 0 a 3 y de 3 a 6) con una misma intencionalidad educativa».
¿Eso qué quiere decir? Que las guarderías deben adaptarse y contar con un proyecto educativo, algo que ya tenía la práctica totalidad. En el caso de Galicia, a día de hoy no se contempla que la etapa pase a la Consellería de Educación, aunque esta acabe rematando el currículo del curso. La Consellería de Política Social seguirá siendo, pues, el paraguas que acoge a los centros. Con todo, oficialmente desde la Xunta lo que se contestó es que se trata «dun documentos de mínimos, e polo momento non podemos facer unha valoración ao respecto nin desde Educación nin desde Política Social».
Fuentes de Agadei, una de las patronales del sector de las escuelas privadas, reconocen estar tranquilos por los cambios que apunta el decreto. Pertenezcan a Educación o Política Social, saben que la vertiente educativa no es la única que tienen, ya que hay una parte fundamental de atención a la conciliación, que debe reflejarse en sus horarios de apertura, el tipo de concierto con la Administración y en el diseño de sus puestos de trabajo.
Lo que parece claro es que por el momento las escuelas de titularidad privada se van a mantener. En el borrador de decreto se indica que si bien el segundo ciclo de infantil es gratuito, el primero todavía no se considera como tal, aunque «se tenderá a la progresiva extensión de la gratuidad al primer ciclo, priorizando el acceso del alumnado en situación de riesgo de pobreza y exclusión social». Galicia ya camina por esa senda, porque la escolarización de los segundos hijos es totalmente gratuita.
Sobre la primera parte de esta etapa infantil, en las escuelas se deberán contemplar las tres dimensiones del aprendizaje: cognitiva o conocimientos; instrumental o destrezas; y actitudinal o de actitudes. Y habrá tres áreas de desarrollo: Crecer en armonía; Descubrir, disfrutar y explorar el entorno; y Comunicar y representar la realidad.
Son ámbitos «intrínsecamente relacionados entre sí» y como era de esperar, la evaluación será global, continua y formativa, y «la observación directa y sistemática constituirá la técnica principal de evaluación». Esta «no tiene ningún valor acreditativo» —no hay notas—, pero sirve de guía para «identificar el ritmo y características del progreso del alumnado». La detección precoz de problemas es uno de los objetivos de la nueva educación infantil.
Además, las administraciones asegurarán la coordinación entre los equipos pedagógicos de los centros que actualmente imparten distintos ciclos, y de estos con los centros de educación primaria.
Primeros pasos para conocerse y para reconocer el mundo
El borrador del currículo —es importante señalar el hecho de que está en fase de valoración— del Ministerio de Educación y FP establece una serie de competencias específicas y saberes básicos para esta primera etapa de infantil:
control del cuerpo
Competencias específicas. «Progresar en el control de su cuerpo y en la adquisición de distintas estrategias, adecuando sus acciones a la realidad del entorno de una manera segura, para construir una imagen ajustada y positiva de sí mismo».
Saberes básicos. Descubrir la propia imagen y reconocer a los demás, respetando las diferencias. También se busca despertar la curiosidad e interés por la exploración sensorial, por moverse libremente, contactar con los otros y con los objetos, manipular materiales y adaptar sus movimientos a las situaciones cotidianas, así como identificar (y evitar) situaciones de riesgo.
afectividad
Competencias específicas. «Reconocer, manifestar y regular progresivamente sus emociones expresando necesidades y sentimientos para lograr bienestar emocional y seguridad afectiva».
Saberes básicos. Es clave en esta primera etapa educativa aprender a esperar y aceptar la frustración que supone la espera. Otro objetivo es el control progresivo de las emociones y una aproximación a estrategias para lograr la seguridad afectiva, como la búsqueda de ayuda.
hábitos de vida saludable
Competencias específicas. «Adoptar de modo consciente y reflexivo modelos, normas y hábitos, desarrollando la confianza en sus posibilidades y sentimientos de logro, para promover un estilo de vida sostenible y ecosocialmente responsable».
Saberes básicos. En este capítulo se incide en la adaptación a las rutinas del grupo, anticipándose a las acciones y sabiendo participar en las comidas, descanso, desplazamientos e higiene. En esta etapa se aprenden hábitos responsables en relación con la higiene y aseo personal, el descanso y la limpieza.
la vida junto a los demás
Competencias específicas. «Establecer interacciones sociales en condiciones de igualdad, valorando la importancia de la amistad, el respeto y la empatía, para construir su propia identidad basada en valores democráticos y de respeto a los derechos humanos».
Saberes básicos. Los menores deben aprender a pasar del grupo familiar al escolar, donde también se crean vínculos afectivos y sentimientos de pertenencia. Se deben impulsar las relaciones afectuosas y respetuosas, regulando sus hábitos en función de las necesidades de los demás; escuchar y ayudar es un aprendizaje. También se incluyen aquí las pequeñas responsabilidades en actividades y juegos, así como el conocimiento y participación en celebraciones, costumbres y tradiciones del entorno.