Los últimos estudios ven una relación positiva entre buenas prácticas y rendimiento
09 nov 2021 . Actualizado a las 09:47 h.Santiago acogió el fin de semana el inicio de los cursos para equipos directivos que organiza la Xunta, y en el encuentro, el secretario xeral de Educación e FP, José Luis Mira, destacaba el valor del liderazgo educativo en el aprendizaje de los alumnos. Según decía, hay expertos que valoran hasta en un 25% la influencia de tener una buena dirección de centro en los logros escolares.
¿Son ciertos esos datos? Los investigadores Álvaro Choi y María Gil, del Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas (Ivàlua) realizaron un trabajo para la Fundació Jaume Bofill sobre este asunto, y determinaron que efectivamente el liderazgo de un centro «puede jugar un papel fundamental en la mejora de los procesos educativos y, potencialmente, incrementar el resultado académico de los alumnos», pero también aluden en su investigación que «existen múltiples modelos de liderazgo» que inciden en su efectividad. «Los estudios capaces de establecer relaciones de causalidad entre liderazgo y rendimiento académico son recientes y al mismo tiempo escasos», explican, ya que se analizan materias concretas (Lengua o Matemáticas) y etapas determinadas (primaria principalmente).
Para los investigadores, afecta en tanto el equipo directivo contrata y mantiene a los mejores profesores (en la escuela pública no puede contratar pero sí crear un clima que atraiga a estos docentes y les haga quedarse) y la inspección puede incrementar la efectividad de estos líderes; pero el propio estudio apunta a que la rotación de los equipos directivos es un factor negativo, sobre todo en la escuela pública en la que es lo habitual.
«El liderazgo cuenta»
Es decir, «el liderazgo cuenta. Sea por medio de canales directos o indirectos, existe una relación entre liderazgo y rendimiento académico. Las evaluaciones de impacto, en cualquier caso, encuentran más dificultades a la hora de determinar el canal a través del que opera el efecto positivo potencial del liderazgo sobre el rendimiento académico». Y lo hace sobre todo en la calidad de las prácticas que llevan a cabo estos líderes, pero no tanto por la antigüedad y formación de los directores.