Sabela Prieto, profesora de Lengua en el IES Eusebio da Guarda y ganadora del premio Periodismo en la Escuela, de La Voz de Galicia y Norvento
10 oct 2022 . Actualizado a las 16:40 h.No contaba la profesora de Lengua del IES Eusebio da Guarda (A Coruña) Sabela Prieto (A Coruña, 1983) con ganar el certamen de Periodismo en la Escuela, que organizaron el curso pasado La Voz de Galicia y Norvento para fomentar el valor del periodismo en las aulas de secundaria. Y no contaba porque cambiaron el tema inicial, tras no encontrar un caso práctico, y además era un grupo de diez alumnos de segundo de ESO. Pero fueron capaces de preparar un reportaje muy amplio y serio sobre un asunto capital, las consecuencias mentales de la pandemia en la gente joven titulado con la frase de una de las personas entrevistadas: «Tú solo piensas en morir y la idea de morir consume tu vida».
—Consiguieron algo que a los periodistas nos resulta prácticamente imposible: que los adolescentes les cuenten lo que sienten.
—Sí, eran sus amigos, sus familiares, y eso lo facilitó todo. También consultaron con expertos y especialistas, aprendieron a buscar buena información y a resumirla. Salió un trabajo muy bien hecho, y todo se hizo en las horas de clase.
—En el reportaje hablan psicólogos y orientadores, pero también jóvenes con ansiedad, anorexia y depresión...
—Es una de las cosas que aprendimos, la importancia de que haya diferentes voces para hacer un reportaje, y por supuesto darles un espacio a ellos en el que se sientan cómodos. Fue un enfoque completo de las enfermedades mentales en la adolescencia.
—¿Esperaba algo así?
—No (sonríe). Empezamos buscando comunidades que generasen su propia energía, así que no esperaba acabar ahí. Como cambiamos de tema, hasta pensaba que no íbamos a tener tiempo suficiente.
—¿En qué momento decidieron hablar de la salud mental?
—Pues además de Periodismo en la Escuela, quise participar en el otro concurso que tiene La Voz de Galicia, el de Mejor Periodista Juvenil, y tenían que hacer una entrevista. Una de las alumnas vino con una entrevista a una chica con problemas de salud mental, y a partir de ahí empezaron a hablar de otros casos, de los muchos problemas que ha generado la pandemia.
—¿Qué fue lo más complicado?
—Centrar el tema, porque una vez que encontraron algo que realmente les importaba se entregaron de lleno.
—La suya era una clase pequeña y no de las de relumbrón.
—Estoy muy orgullosa, porque nos sorprendieron a todos, no solo a mí, a todo el claustro.
—Dice que al principio dieron muchas vueltas y que fue un tiempo perdido. ¿Realmente es así, o sirvió de aprendizaje?
—Bueno, la verdad es que la segunda vez que buscaron información les resulto más fácil.
—¿Qué valor cree que tiene el periodismo en una clase de ESO?
—Creo que es más necesario que nunca. Me parece que los estudiantes tienen muchas opciones de ocio y hay carencias de lo que podemos llamar cultura general, y una enorme falta de interés de lo que ocurre en el entorno.
—¿Hay diferencia entre estudiar una cosa y preparar un reportaje?
—Para los alumnos, como para todos, es importante el producto final. Cuando se trabaja haciendo algo que nadie va a ver, o que muy poca gente lo verá, no es igual que si lo vas a mostrar a otros. Todo el mundo trabaja con muchas más ganas. El premio también es importante [risas].
—¿Siempre quiso ser profesora?
—A los 10 años en el colegio Puga Ramón tenía una profesora de Lengua maravillosa, María, y entonces quise ser profesora. Pero de mayor pensaba en serlo de universidad; fue casi sin querer que acabé en el instituto, porque una amiga me pidió que preparase las oposiciones con ella.
—¿Y aprobaron las dos?
—¡La verdad es que ella no!