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28 sep 2024 . Actualizado a las 22:03 h.Echar la vista sobre el horizonte constituye a menudo un saludable ejercicio para el equilibrio de la mente y el cuerpo. Son muchos los factores, desde luego no todos ellos endógenos, que auguran que, andadas un par de décadas, Vilagarcía respirará de forma muy distinta por lo que respecta a la forma en la que solucione sus retos de movilidad. Como el principio de economía suele imponerse —no hay por qué malgastar excesivos recursos en lo que tiene una solución sencilla—, es muy probable que una ciudad con una orografía como la que posee la capital arousana encuentre en la bicicleta un medio fundamental de transporte a la hora de cubrir los recorridos más frecuentes de sus habitantes.
Claro que ese porvenir no se construye de la nada ni emerge por ciencia infusa. Jornadas como el Día da Bicicleta, que ayer se desarrolló en todo el municipio de manos del Concello de Vilagarcía y de La Voz de Galicia, contribuyen a demostrar las bondades de un vehículo saludable y sostenible, cuyo único combustible procede del ejercicio físico de quien lo pilota. Y lo hace, además, situando como protagonistas del presente a quienes lo serán también del futuro: a los más jóvenes.

Seiscientos alumnos procedentes de centros formativos del conjunto de la ciudad conformaron una docena de pelotones que, partiendo de cada uno de sus colegios o institutos —IES Cotarelo Valledor, IES O Carril, CEIP Rosalía de Castro, CEIP A Escardia, Anexo A Lomba, San Francisco, Sagrada Familia, CEIP O Piñeiriño, CEIP A Lomba, CEIP Arealonga, CEIP de Rubiáns y el Centro de Educación Especial—, confluyeron en la plaza de A Peixería para pedalear en un recorrido conjunto de ida y vuelta a Vilaxoán que concluyó en una fiesta musical, de nuevo en A Peixería.

Para que algo así fuese posible el compromiso de la Policía Local, del servicio de Emerxencias y de áreas como Obras, Xardíns o Comunicación confluyó con la inestimable colaboración de Arousa en Bici, el Club Ciclista Xiabre, BTT Trotacumes, Triatlón Vilagarcía, Arousa Bike BTT, el Club Ciclista Ribadumia y los alumnos del ciclo de actividades deportivas del CIFP Fontecarmoa, que se multiplicaron como monitores. Y, por supuesto, con la implicación de los chavales, de sus profesores y de sus direcciones. Con ellos, el horizonte se adivina un poco más cerca.