Interior diseña un plan especial contra los ciberataques y bulos para el 28A

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El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska EFE | Fernando Alvarado

El ministerio lo pondrá en marcha el 1 de abril para que no se produzcan campañas de desinformación que puedan alterar los comicios

15 mar 2019 . Actualizado a las 11:03 h.

El Ministerio del Interior pondrá en marcha el 1 de abril un plan especial de ciberseguridad para garantizar que las infraestructuras que afectan a las elecciones generales del 28 de abril no sufran ningún ataque ni que se produzcan campañas de «desinformación» que puedan alterar los comicios.

Se trata de un «Dispositivo Extraordinario de Ciberseguridad» (DEC), según detalla una instrucción remitida el pasado miércoles por la Secretaría de Estado de Seguridad a los Gobiernos autonómicos con competencia en seguridad ciudadana (Cataluña, País Vasco y Navarra), todos los delegados del Gobierno, los directores de la Policía Nacional y Guardia Civil, así como los responsables de otros organismos de Interior como el CITCO.

La instrucción, a la que ha tenido acceso Efe, detalla que el objetivo es «implantar una serie de medidas preventivas, reactivas y de coordinación en el ámbito de la ciberseguridad, destinadas a garantizar el libre ejercicio de los derechos y libertades en el marco de los procesos electorales».

Y es que además de las elecciones generales del 28A, esa jornada será también electoral en la Comunidad Valenciana. Apenas un mes después, el 26 de mayo, todos los ciudadanos estarán de nuevo llamados a las urnas para elegir a sus representantes en Europa, unas elecciones que coincidirán con municipales y autonómicas en todas las comunidades, excepto en Andalucía, País Vasco, Galicia y Cataluña.

No obstante, el plan se refiere por el momento exclusivamente a las elecciones generales y contará con tres fases: la de «precampaña», del 1 hasta el día 11 abril, la de «alerta», que comprende las fechas de campaña electoral (del 12 al 26 de abril) y la «operativa», con los actos de campaña y las jornadas de reflexión y votación.

Interior establece como áreas de actuación para las fuerzas y cuerpos de seguridad la «vigilancia y protección de infraestructuras estratégicas y críticas cuya perturbación, ataque o destrucción pudiera afectar al normal funcionamiento del proceso electoral».

El dispositivo incluye asimismo un plan de «inteligencia» que entrará en vigor en la fase de campaña. Los cuerpos de seguridad, el Centro para la Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC) y el CITCO remitirán a la secretaría de Estado sendos informes sobre la valoración de la amenaza.

A partir de esa fecha, el 12 de abril, se mantendrá activado un plan permanente de información con actualizaciones semanales que no solo abordará el riesgo de ciberataques, sino también la amenaza de terrorismo yihadista y de otra naturaleza o los derivados de una «posible conflictividad social».

La instrucción también detalla que todo incidente en seguridad en redes y sistemas de información será clasificado según su peligrosidad en los niveles de alto, muy alto o crítico y que las tareas de vigilancia se realizará sobre fuentes abiertas (redes sociales, aplicaciones de mensajería, foros y web) y así como en la denominada «internet profunda».

La secretaría de Estado de Estado de Seguridad, Ana Botella, adelantó el pasado lunes durante su intervención en el Foro Next Educación los planes de su departamento para garantizar «el más alto nivel de seguridad» en las elecciones.

Botella reconoció que tras los comicios de 2015 y 2016 «se detectaron ciertas vulnerabilidades en los procesos electorales y se hicieron varias auditorias para ver qué mejoras podrían introducirse», novedades que han sido puestas en marcha para esta ocasión.

Dichas vulnerabilidades pueden provenir, por un lado, de las campañas de desinformación, por los hackers o desestabilizadores activistas« por tanto, son »desafíos tecnológicos para los que hay que estar preparados«, aseguró.

También la UE se está empleando a fondo para combatir las desinformaciones que se propagan como la pólvora en internet y las redes sociales, con el foco puesto en las noticias falsas (»fake news«) procedentes de Rusia.

En el último seminario celebrado esta semana en el Parlamento Europeo sobre el fenómeno de la desinformación, Duch recordó que unas 156.000 cuentas de Twitter procedentes de Rusia tuitearon sobre el «brexit» los días anteriores al referéndum del 23 de junio de 2016, en el que el 51,9 % de los británicos que acudieron ese día a las urnas optaron por votar a favor de abandonar la UE.