Batet, la favorita del independentismo; Cruz, el federalista de segundo plato
ELECCIONES 2020
Sánchez encomendó a la futura presidenta del Congreso la labor de rebajar al máximo todas las tensiones que pudieran surgir con los secesionistas. El del Senado tiene planteamientos muy similares a los de Iceta
17 may 2019 . Actualizado a las 18:57 h.Meritxell Batet y Manuel Cruz han sido los escogidos por Pedro Sánchez para presidir el Congreso y el Senado, respectivamente, a lo largo de la XIII Legislatura, que arrancará este martes con la constitución de Las Cortes.
La ministra en funciones de Política Territorial será la encargada de arbitrar el debate en la Cámara Baja, mientras el exportavox de Ciencia del grupo socialista en el Congreso, un independiente del PSC, es finalmente el elegido para presidir el Senado tras el rechazo de los secesionistas al primer secretario de la rama catalana de la formación socialista.
Que las dos propuestas de Sánchez sean catalanes no es ninguna casualidad en una etapa en la que el jefe del Ejecutivo en funciones busca abrir un proceso de diálogo y pacto con las fuerzas independentistas. Si nada se tuerce en las votaciones del martes, cuando se constituyan las Mesas, Batet y Cruz serán elegidos máximos representantes de ambas Cámaras.
Meritxell Batet, la favorita del independentismo asume la presidencia del Congreso
Cuando Pedro Sánchez diseñó su primer gabinete ministerial entendió la tarea como un complicado juego de equilibrios en el que tendría que haber carteras para contentar a todas las sensibilidades de la gran y diversa familia socialista. Y la elección de Meritxell Batet como responsable de Política Territorial y Función Pública era el claro contrapeso a Josep Borrell, uno de los grandes látigos contra el secesionismo. A nadie se le escapa que esta licenciada en Derecho nacida en Barcelona en 1973 es la más firme defensora del Gobierno en funciones de que la única solución para sofocar el desafío secesionista en Cataluña pasa por un referendo de autodeterminación.
Así lo evidenció en el 2013, cuando junto a algunos de sus compañeros del PSC rompió la disciplina de un grupo por entonces dirigido por Rubalcaba al ausentarse de una votación a iniciativa de CiU en la que se exigía la celebración de una consulta de autodeterminación. Batet tuvo que hacer frente a una multa de 600 euros como pago por ese episodio de rebeldía. Después llegó la renovación en Ferraz y Sánchez le agradeció su confianza durante las primarias convirtiéndola en una especie de ministra para Cataluña, encomendándole la labor de rebajar al máximo todas las tensiones que pudieran surgir con los independentistas, que, por supuesto, no serían pocas.
Desde entonces se convirtió en la principal interlocutora con los representantes del Gobierno catalán, algo que en muchas ocasiones le ha obligado a practicar puro equilibrismo dialéctico para que los avances entre Madrid y Barcelona no saltasen por los aires.
Al igual que el jefe del Ejecutivo, durante la campaña se negó a descartar la posibilidad de indultar a los presos independentistas que están siendo juzgados en el Supremo acusados de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos; unos dirigentes políticos en prisión preventiva sobre los que reconoció que todo sería mucho más sencillo si no estuviesen entre rejas.
La designación de Batet para convertirse en la presidenta del Congreso, algo que salvo sorpresa mayúscula en la votación en el pleno del martes, tiene garantizado, es toda una declaración de intenciones del presidente del Gobierno, que indica a los secesionistas que uno de los mejores para dialogar es la Carrera de San Jerónimo.
De la vida personal destaca su boda con José María Lasalle, exdiputado del PP que dirigió varias secretarías de Estado durante los Gobiernos de Rajoy. En el 2016 se divorciaron tras diez años de matrimonio.
Manuel Cruz, un federalista como segundo plato para el Senado
Manuel Cruz (Barcelona, 1951) llega a la presidencia del Senado como segundo plato tras el rechazo de los independentistas en la Cámara autonómica al nombramiento del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, como senador por designación autonómica. Iceta tiene recurrida esta maniobra ante el Constitucional, por lo que en función del fallo, todavía podría desembarcar en Madrid a lo largo de esta legislatura para hacerse con el control de la Cámara Alta, pero mientras tanto, será este catedrático de Filosofía el que suceda al popular Pío García Escudero. Su carrera política no es muy dilatada.
Debutó como parlamentario en la pasada legislatura, en la que se erigió como el portavoz de su grupo en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades, por lo que existen ciertas dudas en cómo pueda desenvolverse en momentos repletos de dificultades. Cruz es un federalista convencido con unos planteamientos políticos muy similares a los de Iceta.