Recuerda que ya ganó así dos primarias, dos elecciones y la moción de censura
15 jul 2023 . Actualizado a las 23:17 h.El presidente del Gobierno aseguró el jueves que solo se fía del CIS y de algún otro sondeo favorable, pero lo cierto es que a una semana de las elecciones ha comenzado por primera vez a apelar a la épica. En un mitin celebrado en Valencia, Pedro Sánchez desempolvó su manual de resistencia y recordó la cantidad de veces que ha roto los pronósticos, e hizo, junto con el ex presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, un llamamiento a la movilización de la izquierda porque si no, «ya vemos lo que pasa», en referencia al Gobierno de coalición que han conformado PP y Vox en el parlamento valenciano.
El candidato socialista recordó que nunca lo ha tenido fácil en su carrera política: «En el PSOE nunca lo hemos tenido fácil. Siempre hemos tenido que luchar contra todo pronóstico. Mi historia al frente del PSOE lo demuestra. Nosotros ganamos unas primarias en dos ocasiones contra todo pronóstico. Ganamos una moción de censura para expulsar la corrupción del Gobierno de España contra todo pronóstico, y en el 2019 ganamos contra todo pronóstico dos elecciones generales para que hubiera un gobierno de progreso. ¿Así que sabéis qué va a pasar el 23 de julio? ¡Que vamos a ganar las elecciones!», proclamó ante más 2.200 simpatizantes que dejaron pequeño el Palacio de Congresos de la capital del Turia.
Para lograr batir de nuevo a los pronósticos, Sánchez apeló de forma más explícita de lo habitual a la movilización de la izquierda y al voto útil. «Hay mucha gente que tiene decidido a quién votaría pero llega el día de las elecciones y decide no votar. A esa gente le digo que una abstención es un retroceso, es lo mismo que votar a PP o Vox. Así que el próximo 23 de julio, todos a votar, y a votar al PSOE, que es la única garantía de que España avance cuatro años más», reclamó. Se trata del mensaje electoral en el que más se ha desmarcado de la coalición con Yolanda Díaz.
El lugar elegido no es casualidad, porque la Comunidad Valenciana ha sido el epicentro del cambio de ciclo que está a punto de culminarse en la política española. Se trata de una autonomía clave por su peso demográfico, la cuarta comunidad más poblada (4,9 millones de habitantes), después de Madrid (6,6), Catalunya (7,5) y Andalucía (8,4). Es también el lugar en el que el PSOE perdió todo el poder que tenía antes del 28M, fundamentalmente por la división de Podemos y sus confluencias, que impidieron sumar mayorías de izquierdas. Y es también el lugar en el que, casi en secreto, «firmando un acuerdo en una servilleta de un bar», como recordó Puig, PP y Vox certificaron su primer pacto poselectoral. Con Madrid y Andalucía dadas por perdidas, el PSOE necesita aguantar en la Comunidad Valenciana, porque sabe que es imposible gobernar España sin alguna de estas tres autonomías.
Ante un auditorio enfervorecido, Sánchez repasó las políticas que ha impulsado su Gobierno a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, como la ley de retribución salarial, la ley de violencia de género, la reforma laboral, la ley del aborto o la ley de paridad «que se quedó en el tintero por el adelanto electoral». «Todas esas leyes de avances de derechos y libertades han contado siempre con el voto en contra del PP y recursos en el Constitucional. Pero aquí está el partido de las mujeres y por eso pido el voto de todas las mujeres frente a la coalición de Feijoo y Abascal», concluyó.
Puig reclama a la izquierda que vote, «porque si no, aquí ya sabemos lo que pasa»
Valencia fue la gran derrota del 28M y también la más dolorosa. Ximo Puig perdió el gobierno autonómico, las diputaciones y las principales alcaldías, pese a conseguir cinco diputados más que en el 2019, y tras acabar con la imagen de corrupción asociada a la burbuja inmobiliaria que había dejado el PP de Barberá, Camps y Zaplana. En su equipo defienden además que deja un gran legado, en el que se incluye la captación para Sagunto, un polo industrial en decadencia, la gran gigafactoría de baterías del grupo Volkswagen. «Gurtel o Volkswagen» fue, de hecho, el gran reclamo PSPV para 28M. Pero el buen resultado socialista no sirvió de nada porque Podemos perdió un 59% de los votos y Compromís, la franquicia valenciana, ahora adherida a Sumar, un 19%.
Precisamente estos datos son los que permiten a Puig ser optimista: «Aquí parece que ha habido un tsunami de la derecha, pero el bloque de la izquierda se ha quedado solo a 30.000 votos de las derechas», explicó en el mitin. Como quiera que Compromís perdió 100.000 votos y Podemos 130.000, el ex presidente apeló a la movilización de la izquierda para que no se repita en España lo que ha pasado en Valencia. «Y que voten el PSOE, sin atajos, porque lo que ha pasado aquí es muy serio y no se puede repetir», afirmó.
«Estamos volviendo a la prensa internacional por tener un consejero de Cultura torero, una presidenta del Parlament que se aparta de una pancarta contra la violencia de género... -afirmó-. Pero nosotros no nos vamos a resignar. No hay ningún motivo para que ganen las derechas».