Mariano Rajoy se reivindica en campaña desde Pontevedra, la ciudad donde la izquierda lo nombró persona non grata
ELECCIONES 28M
El expresidente se reunió con los militantes del PP en la capital provincial, en una jornada que también incluyó un paseo por Vilanova y una tarde en Vigo
13 may 2023 . Actualizado a las 22:18 h.El nombramiento de Mariano Rajoy por el pleno de Pontevedra como persona non grata en el 2016, una decisión que impulsaron el PSOE y el BNG, dominó los discursos del encuentro que el expresidente estatal tuvo con los afiliados del PP precisamente en la ciudad del Lérez. El acto electoral de este primer sábado de campaña y su primera visita a Pontevedra para apoyar al candidato popular Rafa Domínguez sirvió de escenario para que el expresidente se reivindicase ante sus vecinos y también recibir, de parte de las filas de la derecha local todo el respaldo que le negó la izquierda. «Voy a ser el alcalde», recalcó Domínguez, y añadió su compromiso de «retirar ese nombramiento injusto, ilegal y que no representa a Pontevedra». Una y otra vez la decisión del pleno de hace siete años le suministró munición a los discursos, como lo expresó Pepa Pardo, concejala del PP, que arremetió contra se nombramiento porque Rajoy «de non grato no tiene nada porque es muy querido en Pontevedra».
Al aludido se le veía cómodo sentado en una silla flanqueado por Domínguez y Pardo en la praza da Estrela. Allí al aire libre, Mariano Rajoy se reivindicó a si mismo como persona, como pontevedrés, a su trayectoria política y a su partido. Echando mano de comentarios donde se mezclaba la ironía con la sorna, resaltó que se encontraba «en plena forma» y que tiene «un gran futuro político por delante», mientras recordaba que los alcaldes de Pontevedra, Vigo y Santiago, tienen mucha más edad que él, que tiene 68 años.
Rajoy, que realizó un breve paseo de apenas diez minutos desde la Praza de España al lugar del mitin - recorrido que Domínguez llegó a asegurar que tardó 45 minutos porque no paraba de hacerse fotos con gente-, quiso levantar la moral de sus fieles y convencerles que la victoria contra el BNG y el PSOE en la ciudad es posible. Resaltó que el PP tiene vocación de gobierno, no de ser apoyo de nadie y que además se trata de una organización sólida, que viene de los primeros años de la democracia en España y que seguirá durante mucho tiempo. «Nosotros no somos bisagristas», afirmó, a la par que precisaba que el PP «no es un partido para un cuarto de hora». Eso sí, es consciente de que las mayorías absolutas son muy difíciles de lograr y dejó entrever la importancia de cada voto, vital, para el caso de Pontevedra. «Pido el voto para Rafa porque esto se va a decidir por muy poquito».
En los discursos, tampoco faltó la clave nacional. Es normal en un político que fue presidente del Gobierno. Acusó al actual Ejecutivo de Pedro Sánchez de impulsar «leyes ridículas, grotescas y absurdas», como las legislaciones sobre derechos de los animales, trans y el sí es sí. Advirtió de la necesidad de un cambio de ciclo en España y en Pontevedra y agradeció y pidió el trabajo de sus afiliados para lograrlo.
Rafa Domínguez dio la razón en todo a Rajoy y resaltó, a mayores, que a diferencia de lo que considera que ha hecho el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), él va a fomentar el empleo, «abrir» Pontevedra y cuidar de los barrios y del rural. También retó a Lores a condenar la integración de etarras en las listas de Bildu. Cuando ya el frío de mayo se empezaba a sentir, se acabaron las intervenciones y se entregaron doce distinciones del PP a otros tantos afiliados por su contribución al partido. Entre ellos, se encontraba José Benito Suárez Costa, presidente del Puerto de Marín, marido de Ana Pastor y vicepresidente del PP local. Para seguir, ya de forma más distendida y con charlas en los corrillos, se clausuró el acto y en las mesas donde la prensa había estado tomando notas, se sirvió cerveza y aperitivos.
Rajoy cumplió así con el PP de Pontevedra, pero no sin antes hacerlo con uno de sus alcaldes más representativos de la provincia, Gonzalo Durán, regidor de Vilanova de Arousa y con quien recorrió un tramo de la Variante Espiritual del Camino Portugués a Santiago. Durán aspira a la releeción en lo que hasta ahora ha sido un feudo del PP y Rajoy quiso aprovechar para un doble objetivo, promocionar el Camino -y de todos es sabido su proverbial afición a dar paseos por la vecina Meis- y a apoyar a su candidato. Lo mismo hizo después de comer en Vigo. Allí también se dejó ver por la calle, aunque en este caso el escenario es mucho más complicado para el PP.