Vox se afianza como tercera fuerza y será clave para el PP en la mayoría de autonomías y ayuntamientos

P. M. MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 28M

Santiago Abascal durante una rueda de prensa para valorar los resultados de la jornada electoral.
Santiago Abascal durante una rueda de prensa para valorar los resultados de la jornada electoral. Ricardo Rubio | EUROPAPRESS

Sin embargo, Ortega Smith y Monasterio empeoraron sus registros y no podrán influir con sus votos en las políticas de Almeida y Ayuso

29 may 2023 . Actualizado a las 01:35 h.

Casi 1,7 millones de votos (con un 99,2 % escrutado) y 1.686 concejales es la cosecha que Vox logró este 28M. Las cifras suponen duplicar el número de votos y triplicar el de ediles con respecto al 2019, pero, sobre todo, convertirse en una pieza imprescindible para arrebatar al PP numerosas plazas importantes: desde Sevilla a Valladolid, pasando por Valencia o Toledo, entre otras muchas urbes.

Y si en el apartado local Vox sale reforzado en cuanto a peso de las urnas, más importante será su papel en los nuevos parlamentos autonómicos, donde sus votos serán imprescindibles para garantizar la gobernabilidad del PP en seis comunidades —Valencia, Aragón, Baleares, Cantabria, Murcia y Extremadura— y en las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, además de la incógnita de Castilla-La Mancha.

En apenas cuatro años, Vox obtuvo el 7,19 % del total de los votos emitidos este 28M. «Hemos derrotado a la izquierda en toda España», presumió Ignacio Garriga, portavoz de la formación, tras cerrarse el escrutinio.

«Hay que poner en valor que estos resultados han sido en medio de una campaña extraña. Una campaña en la que todo ha jugado en nuestra contra: hemos recibido amenazas, ataques y agresiones, además de compra de votos en algunas partes, etarras en listas y el PP repitiendo que hay que estar al lado de la lista más votada y priorizando a la izquierda», afirmó.

El partido de Santiago Abascal también puso en valor su crecimiento en Cataluña, donde pasó de tres concejales a más de 120 y donde tiene presencia en las cuatro capitales de provincia.

La otra cara de la moneda llegó desde Madrid, donde dos de sus principales referentes, Javier Ortega Smith, que concurría al ayuntamiento, y Rocío Monasterio, que lo hacía en la comunidad, empeoraron sus registros y no podrán influir con sus votos en las políticas de José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso.

Queda por esclarecer ahora la relación con el PP en todos aquellos lugares en los que ambas formaciones puedan pactar, toda vez que los de Abascal solo suman cinco mayorías absolutas. El propio Santiago Abascal advirtió en el tramo final de la campaña que los votos de su formación «no serán gratis para el PP» y reclamaba a Alberto Núñez Feijoo que designara un negociador. Ese reparto de poder marcará también el camino hacia las elecciones generales que se celebrarán antes de fin de año.