
Antón Sánchez dice que el partido no pedirá el voto para nadie
20 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La diputada de En Marea en el Congreso, Alexandra Fernández, hizo efectiva su baja de Anova. La política viguesa ya había dicho, cuando anunció su intención de dejar la primera línea política, que maduraba la posibilidad de dejar el partido por sus diferencias con la dirección de Antón Sánchez, a la que acusaba de haberse puesto al servicio de los intereses de Podemos, y ahora confirma que ya hizo efectiva la baja del partido, que en los últimos tiempos sufrió una importante mengua de militantes, si bien la dirección asegura que siguen siendo en torno a 700 los que permanecen activos y con sus cuotas al día.
La marcha de Fernández y de otros inscritos, como el barbanzano Xurxo Triñanes o la viguesa Marga López, tiene que ver con las alianzas de Anova con partidos estatales como Podemos o Izquierda Unida. En el caso de la diputada de En Marea, las desavenencias vienen de atrás, y no fueron solo con la línea política de su partido sino también con sus compañeros de filas en el Congreso, sobre todo con Antón Gómez-Reino y Yolanda Díaz. El voto en contra de los presupuestos precipitó esa ruptura, ya que los demás diputados votaron a favor de su tramitación, lo que provocó no solo que Fernández dejase provisionalmente la política sino que anunciase su marcha de Anova, partido que no logró llegar a un acuerdo con sus socios estatales para diseñar una coalición y que decidió no concurrir a las generales.
De esa crisis habló su portavoz, Antón Sánchez, en una entrevista en la Cadena Ser en la que dijo que, al margen ya del escenario electoral, Anova no pediría el voto para ningún partido, si bien advirtió sobre el «perigo da deriva autoritaria» de la ultraderecha, de ahí que cualquier voto que logre hacerle frente «será bo». El portavoz nacional de Anova reconoció que en algunos momentos se planteó dimitir del cargo, pero no ahora, porque entiende que su responsabilidad es «axudar a Anova» y a las mareas municipales en la cita del 26 de mayo y a que se celebre la asamblea programada para después de las elecciones en la que Anova perfilará su proyecto de futuro.
El diputado de En Marea en el Parlamento de Galicia reconoció que se habían cometido «erros» en la trayectoria del partido, pero que tampoco se arrepentían de nada ni Anova iba a renunciar a su proyecto porque «a aposta segue vixente» y porque ya desde el principio «sabiamos que non ía ser fácil».