Aunque tiene evidentes diferencias ideológicas con ella, el dirigente gallego asegura que Pablo Casado tiene competencia y libertad para elegir a los portavoces de las cámaras
31 jul 2019 . Actualizado a las 15:41 h.El presidente del PPdeG ha sido rotundo al exponer que Pablo Casado tiene la competencia «indelegable» para elegir a los portavoces de las principales cámaras de representación, y además está convencido de que «acertará». El comentario no tendría mayor valor político si no hubiera trascendido que Feijoo y otros dirigentes autonómicos expresaron su rechazo de una u otra forma a que Cayetana Álvarez de Toledo tenga un papel protagonista en el grupo parlamentario. Así se expuso en una comida posterior a la ejecutiva nacional del lunes en Génova, donde hubo un debate -más intenso en privado que en público- sobre la derechización del partido en los últimos meses y el supuesto giro al centro tras la debacle del 28A. En esa tesitura, la diputada por Barcelona representaría una línea claramente escorada y conservadora, y en el caso del presidente de la Xunta, a ese rechazo bastante extendido entre los llamados barones regionales tampoco ayudan algunas reflexiones escritas en el pasado por Álvarez de Toledo, cuestionando los posicionamientos de Feijoo en Galicia. Hasta tres veces hubo que preguntarle al líder gallego en la rueda de prensa posterior al Consello por su opinión sobre la periodista, historiadora y marquesa de Casa Fuerte: «Me parece que desde el punto de vista de la formación y desde el punto de vista ideológico es una diputada muy profunda», terminó por concretar.
El titular autonómico tampoco quiso echar más leña al debate del giro ideológico y ha optado por hablar de «reacción» electoral del PP, que consiguió mejorar sus resultados respecto al 28 de abril, a pesar de que las urnas no resisten la comparación con el 2015, ni en España, ni en Galicia. Lo que no ha cambiado Feijoo es su discurso del día posterior a la debacle. El de un PP «ensanchado» que, a su juicio, ha iniciado la «remontada» para llegar a ser «el de los diez millones de votos. La dirección es buena, los resultados mejoraron y esperaremos a los pactos para ver el mapa político español», resumió. Se refería a la posibilidad de que sábado 15 de junio su partido tenga mayor cuota de poder que la que le otorgaban las votaciones, con el PSOE como primera fuerza en casi todas las comunidades y en cientos de ayuntamientos pero dependiente de pactos.
La lista más votada
Al hilo de esa situación, reiteró su deseo de que la clase política pueda «sentarse» y reflexionar sobre la necesidad de que en el sistema electoral español «ganar sea sinónimo de gobernar, porque si es sinónimo de irse a la oposición seguiremos fragmentando el mapa político y cuatro diputados acabarán decidiendo sobre lo que afecta a toda la nación». Para Feijoo, fue el PSOE el que rompió con esta idea de respetar al ganador al impulsar «el pacto del Tinell» -suscrito en el 2003 por el PSC, ERC, EU para apartar al PP del poder en Cataluña- «y ahora tenemos que trabajar con el tablero que propone el PSOE, que no lo comparto», comentó Feijoo. Este considera «lamentable» que, como en Ferrol, no pueda gobernar un candidato al que le faltó un escaño para la mayoría absoluta.
El presidente gallego también fue radical al decir que no pactará con Vox, entre otra cosas, porque no han obtenido representación. Al margen de Galicia, consideró que el modelo escogido en Andalucía -que al parecer también se puso en cuestión en la reunión del lunes- es el adecuado. Un acuerdo de Gobierno entre PP y Ciudadanos, con Vox apoyando desde fuera las decisiones que necesiten aritmética parlamentaria.