Ofensiva del PPdeG contra Ciudadanos y la abstención para suavizar su caída
ELECCIONES 2016

Feijoo aplica un discurso del miedo a alianzas de «perdedores» aderezado con la galleguidad de Mariano Rajoy
19 dic 2015 . Actualizado a las 10:28 h.Hace cuatro años, el PP cosechó en Galicia un resultado de fábula, el segundo mejor de su historia en unas generales: 864.567 apoyos, el 52,5 %. Sí o sí, mañana retrocederá. Porque va a perder, básicamente, tres tipos de votos: los de sus simpatizantes muertos a partir de noviembre del 2011, los de desencantados que se queden en casa y los que se le vayan a Ciudadanos. Sobre esos pilares ha levantado Alberto Núñez Feijoo su campaña, con el objetivo principal de minimizar las fugas tanto a la abstención como al partido de Albert Rivera y así mantener 11 o 12 de sus actuales 15 diputados. Para conseguirlo, el de Os Peares ha aplicado una estrategia, al menos en lo esencial, similar a la ya empleada en las autonómicas del 2012 y en las municipales de mayo: discurso del miedo a alianzas poselectorales de «perdedores» aderezado con mensajes en positivo sobre los logros en plena crisis y la galleguidad de Mariano Rajoy, así como acerca de la «estabilidade» que él garantiza. Adicionalmente, esta vez ha buscado la cercanía. Más calle, menos mitin.
A lo largo de los últimos 15 días, el presidente de la Xunta ha recorrido 8.000 kilómetros variando la forma, pero machacando el contenido de su prédica. Cualquier sufragio que no sea para los populares, ha reiterado aquí y allá, contribuirá a que el PSOE, Podemos -en Galicia integrado en la coalición tripartita En Marea- e incluso otras fuerzas independentistas o de la izquierda pacten, como ocurrió en Ferrol y en A Coruña esta primavera, para desalojar del poder a los conservadores. En ese contexto, reza el catecismo de Feijoo, sumar a C?s es restar a PP. Sobre todo, en Lugo y en Ourense, donde las encuestas atribuyen a los naranjas miles de seguidores, pero no posibilidades de escaño.
De ahí las sentencias con las que el líder del PPdeG cerró anoche el telón de estas dos semanas: «Necesitamos cada voto», «non estamos para frivolidades», «non deixedes que decidan por nós, os galegos, quen non pensa nin sinte coma nós»...