El líder de Podemos reveló en el programa «Vía V», de V Televisión, que el himno compuesto por Joe Crepúsculo no le convence. Y se lió en las redes
15 may 2015 . Actualizado a las 07:13 h.La sintonía política más famosa de España es la del PP, compuesta por Manuel Pacho hace 26 años. Podemos, que es un partido muy joven, no tiene himno oficial, pero desde el Círculo de Cultura de la organización se pusieron en contacto con un prestigioso músico independiente, Joe Crepúsculo, para que elaborara uno. Lo hizo según su gusto personal y su estilo. El resultado, un tema de música electrónica y sonido algo casero solo interrumpido cuatro veces por un coro femenino que grita ¡Podemos!, ha llamado poderosamente la atención y ha desatado la polémica en las redes. Tiene fervorosos partidarios, pero también numerosos críticos y detractores, entre ellos el propio Pablo Iglesias.
El secretario general de Podemos estuvo el martes en Galicia. Participó en un mitin de apoyo a la Marea Atlántica de A Coruña. Y concedió una entrevista al programa Vía V, de V Televisión.
Iglesias fue preguntado por el tema elaborado por Joe Crepúsculo. Su respuesta fue contundente: «Haré una autocrítica, a mí esta sintonía no me gusta», espetó antes de explicar en el plató que no la empleaba en sus actos. «Prefiero que usemos la banda sonora de Z -una película del cineasta Costa-Gavras-, de Mikis Theodorakis, que me gusta mucho más. No todo lo podemos hacer bien en Podemos y desde luego esta sintonía a mí no me entusiasma».
Según Pablo Iglesias, los integrantes de Podemos que defienden la pieza argumentan que «hay que escucharla trece veces, que si la escuchas trece veces, entonces te empieza a enganchar y empieza a ser estupendo. A lo mejor después de escucharla treces veces cambio de opinión».
La declaración reactivó la controversia y provocó una fiebre en toda España por buscar el vídeo de V Televisión. También otorgó mucha popularidad al autor de la sintonía, un barcelonés de 34 años muy conocido en la escena musical independiente. Él defiende su obra, concebida para sonar en mítines y que pudo ser un himno, pero que no dejará de ser un tema más en la playlist de los actos de Podemos.