Pablo Iglesias se apropia del 15M

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2016

ANDREA COMAS | Reuters

Al cumplir cuatro años el movimiento de protesta, el líder de Podemos asegura que su partido ha sido capaz de concretar sus demandas de cambio

16 may 2015 . Actualizado a las 10:45 h.

Cuatro años después del 15M, el mapa político español ha cambiado de forma espectacular. El bipartidismo declina y está punto de dar paso a un cuatripartidismo, con la irrupción de Podemos y Ciudadanos. Pero no solo va a variar la composición de los parlamentos y los municipios después del 24M, sino que algunas de las reivindicaciones del movimiento que expresó la indignación de una parte de la ciudadanía, hastiada de los estragos de la crisis, de la clase política y de la corrupción, se han incorporado a los programas y, sobre todo, en las actuaciones de todos los partidos, aunque de forma desigual. Muchos de los que se movilizaron en las calles están ahora a punto de entrar en las instituciones, mientras otra parte se resiste en entrar en Podemos, el partido que surgió tres años después.

Herederos del 15M

Pablo Iglesias aprovechó este cuarto aniversario para proclamar a Podemos como «el movimiento heredero» del 15M, que fue «la mejor expresión social de la crisis del régimen político español» de 1978, mientras Podemos es su «mejor expresión política». Lo hacía en medio de la polémica con Juan Carlos Monedero, que ha asegurado que «la moderación desarmaría a Podemos». El secretario general señaló que el 15M «creó los elementos sociales para que el cambio se pudiera materializar» y Podemos ha «sido capaz de concretarlos».

Para Iglesias, su formación ha conseguido traducir la frustración social de las decenas de miles de personas que se echaron a la plazas y calles de todo el país a gritar su desafección con la política y las instituciones y ha plasmado sus principales demandas en un programa electoral para las autonomías y para tratar de lograr en las generales el poder.

Señaló que «nadie puede representar políticamente al 15M», pero insistió en que es Podemos quien ha sistematizado las dos grandes demandas de los indignados, que la corrupción es una forma de gobernar que hay que erradicar de España y que la defensa de los derechos sociales y de la democracia es una lucha central de la gran mayoría del país.

Sostuvo que el 15M ha producido «resultados irreversibles y Podemos también». «Algunos se han quitado la corbata, remangado la camisa y, de repente, nuestro discurso empieza a ser el de todos los actores», afirmó. Dijo que le divierte ver al líder del PSOE, Pedro Sánchez, hablar de élites privilegiadas, de los de arriba y los de abajo y organizar asambleas, o al presidente extremeño, José Antonio Monago, hacer vídeos musicales de rap en los que trata de jugar con la palabra podemos. Además, se sintió orgulloso «de que hayamos cambiado el lenguaje político de este país, en el que llevamos meses sin pronunciar casta, pero todo el mundo la utiliza para definir a las élites políticas y económicas».

Rivera y los indignados

Aseguró que algunas «imitaciones», como Ciudadanos de Albert Rivera, «se equivocan» cuando tratan de enfrentar a jóvenes y mayores, cuando lo necesario para la regeneración es, dijo, «un pacto de generaciones». En esa línea pidió el voto de los que apoyaron al PSOE en 1982.

Rivera no se refirió explícitamente al 15M, pero también reclamó a su manera su herencia. Utilizó su lenguaje al asegurar que sus votantes «son gente que se indignaron y están ilusionados con el cambio», pero que, a diferencia de otros, buscan que la regeneración venga por «el centro» y no «por los extremos».

Aguirre da plantón a Ana Botella

Esperanza Aguirre se ausentó ayer de la recepción oficial en el Palacio de Cibeles por San Isidro, el patrón de Madrid. La presidenta del PP y candidata a la alcaldía de la capital dio plantón a Ana Botella en su acto de despedida de la alcaldía, al que acudieron la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón, la candidata del PP a la Comunidad, Cristina Cifuentes y el expresidente del Gobierno José María Aznar. En su discurso Botella lanzó mensajes velados contra Aguirre, que durante la campaña critica sus políticas. La regidora denunció a quienes utilicen el Ayuntamiento «para fines distintos», como «instrumento», «trampolín» o «estación de paso».