El PP y el BNG llaman a la autocrítica, y el PSdeG se instala en el entusiasmo

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Rueda y Puy achacan el retroceso al «desgaste» de la acción del Gobierno central; Besteiro obvia el fuerte revés en las ciudades y habla de «recuperación evidente»

26 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«O PP ten perdido apoios, ten perdido gobernos e, por tanto, está clarísimo que debemos facer unha autocrítica en serio». Quien así habla es Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta y secretario general del PPdeG, que tras un análisis demorado de los datos del 24M admitió ayer que su partido no se puede escudar en ser la primera fuerza en Galicia para no ver los «fallos» que los llevaron a perder la confianza de miles de votantes. También el BNG, que ayer reunió a su ejecutiva nacional, asumió un tono de autorreproche tras perder su representación en las ciudades de Vigo y Ourense, pero no así el PSdeG, que se instaló en el entusiasmo para proclamar su «recuperación» electoral y remarcar que los datos del pasado domingo le abrirían las puertas del Gobierno de la Xunta.

Con Feijoo en Madrid, donde participó en el comité de dirección del PP, en el que instó a no compararse con el «débil» PSOE, fueron Rueda y Pedro Puy, el portavoz en el Parlamento gallego, los encargados de ponerle adjetivos a lo ocurrido este 24M. «O resultado non é bo», dijo el último, quien no dudó en señalar implícitamente a las decisiones tomadas por el Gobierno central como las causantes del retroceso: «Estamos a sufrir como forza política os custes dun axuste tremendo provocado pola crise -valoró Puy-, da que non estamos saíndo nin todo o rápido nin todo o equilibradamente que nos gustaría».

Rueda se subió al mismo carro minutos después, al incidir en que el PPdeG obtuvo «un mal resultado» que atribuyó al efecto del «desgaste» sufrido por el partido por la acción de los gobierno de la Xunta y de Estado, aunque matizando que el PP «aguanta mellor en Galicia que no conxunto do Estado» al erigirse en la sexta comunidad autónoma con el mejor resultado.

Los dos dirigentes populares también coincidieron trazando un cortafuegos para proteger la figura de Alberto Núñez Feijoo, presidente del partido, por los malos resultados que obtuvieron algunos candidatos promovidos por él mismo, como la cabeza de lista del PP en Vigo, la exconselleira de Facenda, Elena Muñoz. «Feijoo non concurría a estas eleccións», subrayó Puy. «O presidente non era candidato», puntualizó Rueda, quien insistió en que, en estos comicios, «gañamos e perdemos todos».

Ejecutiva del BNG

También el BNG, formación que vio como el domingo se le esfumaron 121 concejales de los 589 obtenidos en el 2011, reunió a su ejecutiva gallega para analizar lo ocurrido. El partido que dirige Xavier Vence pone en valor que recuperaron con claridad la condición de tercera fuerza política y que amplían de seis a trece el número de mayorías absolutas, a las que puede añadir catorce alcaldías más de cerrar pactos con otras formaciones.

Ahora bien, el Bloque considera que los resultados, «aínda sendo dignos, non son satisfactorios para nós» en el conjunto de las ciudades gallegas, a excepción de la de Pontevedra, pues su posición alcanza cotas en algunos casos marginales. Es algo muy relevante para la dirección el haber perdido la representación institucional en Vigo y en Ourense, lo que -señala el BNG en un comunicado- «confirma a necesidade de mellorarmos os métodos de traballo político, especialmente nos espazos urbanos».

Autocrítica, por tanto, en el BNG, que no impide que los de Xavier Vence concluyan que el nacionalismo gallego es «un axente político significativo e imprescindible» en Galicia.

«Ciclo novo» del PSdeG

Pero el tono esgrimido por el PP y por el BNG no fue secundado ayer por el PSdeG-PSOE, pese a que el partido que dirige Gómez Besteiro experimentó un serio retroceso electoral en la Galicia urbana, al convertirse en tercera fuerza política en cinco de las siete ciudades: A Coruña, Santiago, Ferrol, Ourense y Pontevedra. Los socialistas optaron por ver la botella medio llena, y el propio Besteiro, que ayer participó en la ejecutiva federal del partido en Madrid, resaltó que se abre «un ciclo novo onde o PSOE vai a ser actor principal».

Tanto Besteiro, desde Madrid, como el parlamentario Méndez Romeu, desde Santiago, pusieron el foco en el ligero incremento del porcentaje de apoyo logrado por el PSdeG en las municipales -pasa del 25,9 al 26,3 %-, así como en el incremento del número de posibles alcaldías.

«Hai unha recuperación evidente do voto socialista», resaltó el secretario general, a lo que el portavoz parlamentario añadió que los cargos socialistas van a estar «por primeira vez na historia» al frente de tres diputaciones provinciales en Galicia, algo que, en su opinión, simboliza con claridad el «fracaso» de Feijoo en los entes provinciales «por manter políticas clientelares» en vez de «políticas dirixidas á xente». Y todavía fue Méndez Romeu un poco más allá, al incidir en que la extrapolación del resultado del domingo a unas autonómicas aumentaría en 6 diputados la presencia del PSOE en O Hórreo y le dejaría en bandeja la presidencia de la Xunta.