La renuncia de Figar y Victoria facilita a Cifuentes el pacto en la comunidad
05 jun 2015 . Actualizado a las 01:24 h.En el nuevo mapa político español, con dos partidos grandes y dos medianos que resultan claves para articular mayorías de gobierno en ayuntamientos y comunidades, los acuerdos políticos dependen más de los gestos que de los programas. Y ayer, el PP dio un paso adelante para cerrar la negociación de cara a un pacto con Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, al ceder a la presión del partido naranja que, a pesar de desvincular a la candidata popular, Cristina Cifuentes, de los casos de corrupción que afectan al PP en esa autonomía, exigía la dimisión de los consejeros en funciones imputados en el caso Púnica. Dicho y hecho. Tanto la consejera de Educación, Lucía Figar, como el consejero de Presidencia y Justicia de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, anunciaron ayer su renuncia para facilitar ese acuerdo político.
Pierden el aforamiento
«Había dicho desde hace meses que renunciaría a la política. No quiero que mi continuidad perjudique la creación de Gobierno en Madrid», señaló Figar, que renuncia así a un aforamiento que, en todo caso, iba a perder en breve al no figurar en las listas del PP para las elecciones autonómicas. La ya exconsejera mostró también su disposición a abandonar el cargo de secretaria de Comunicación del PP de Madrid. «Haré todo lo que haga falta», señaló la consejera, muy vinculada a la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, pero con excelente relación también con Cristina Cifuentes, que aspira a alcanzar la presidencia de la Comunidad y que, a su vez, tiene buena sintonía con Albert Rivera.
El consejero de Presidencia, Salvador Victoria, imputado también en el caso Púnica, optó por comunicar su renuncia a través de un comunicado en el que anuncia su dimisión «para facilitar el pacto» entre PP y Ciudadanos y se desliga también de todos los cargos que ejerce en el PP de Madrid. Entre otros, Victoria era presidente del comité electoral del partido.
«Algo está cambiando en España con la llegada de Ciudadanos cuando el PP se ve obligado a la dimisión de sus imputados por corrupción», afirmó ayer Rivera atribuyéndose directamente las dos renuncias, aunque insistió en que su partido «está de momento en el no a esa investidura». La dirección de Ciudadanos aclaró luego que «no se conforma» con ese gesto, aunque se trata de «un punto de partida» para negociar. Las conversaciones habían entrado en punto muerto tras estas imputaciones, algo que el miércoles aprovechó el líder del PSOE, Pedro Sánchez, para tratar de atraer a Ciudadanos hacia un pacto a tres bandas con Podemos que permita la investidura de Ángel Gabilondo, que obtuvo 37 escaños en las elecciones, a once de Cristina Cifuentes, que se impuso con 48 actas.
Cifuentes se impone a Aguirre
Las renuncias muestran también la independencia y el ascendente de Cifuentes en el partido, ya que tanto el ministro de Justicia, Rafael Catalá, como el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, habían asegurado solo unas pocas horas antes que las imputaciones de los consejeros no eran motivo suficiente para presentar la dimisión.
Pese a que tanto Lucía Figar como Salvador Victoria negaron que sus renuncias se deban a presiones superiores, nadie duda de que Cristina Cifuentes ha impuesto su criterio frente a la presidenta del PP de Madrid y candidata popular a la alcaldía, Esperanza Aguirre, que ayer guardó silencio en torno a las dos dimisiones de sus exconsejeros.