Advierte de «lo que algunos están preparando», en referencia al pacto tripartito contra él, y se vuelca en Andalucía para frenar la sangría de votos hacia Ciudadanos
08 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«Lo que algunos están preparando». Así se refiere Mariano Rajoy, sin dar nombres ni siglas, a todo lo que no sea un Gobierno del PP tras el 20D. A medida que transcurre la campaña, y comprobado tras el CIS que los números dan para ese pacto a tres entre Ciudadanos, PSOE y Podemos que hasta hace poco se consideraba en Génova un imposible metafísico, el líder del PP eleva el tono de sus advertencias. Para Rajoy, ya solo se trata de escoger entre la seguridad que a su juicio representa su proyecto y «lo que algunos están preparando». No hace falta nombrar ese pacto, ni decir en qué consiste ni quién lo encabezaría. El mensaje es simplemente o yo el caos, sea lo que sea lo que se está preparando.
Temor a un desplome del PSOE
Satisfecho de haber superado sin daños y con buena nota su paso por la tele, tanto en la versión desenfadada de alegre compadreo con Bertín como en la seria y encorbatada frente a 16 ciudadanos anónimos, Rajoy se presentó ayer en Estepona (Málaga), provincia en la que, según los sondeos, el PP podría perder hasta tres escaños en favor de Ciudadanos, para seguir alimentando la hipótesis de que Albert Rivera tiene ya cerrado un pacto con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para arrebatarle a él el sillón de presidente del Gobierno.
Aunque lleva en realidad años haciéndolo, el líder del PP no se cansa de lanzar la caña para ver si alguno de sus tres rivales muerde el cebo y se compromete a respetar que gobierne la lista más votada. Pero, por ahora, no pican. Ayer Rajoy lo volvió a repetir. «Eso es democracia y justicia, aunque otros no lo vean», señaló. El PP tiene claro que si el PSOE es la segunda fuerza, Albert Rivera y Pablo Iglesias no harán presidente a Pedro Sánchez. Pero está convencido de que si el líder socialista pierde la segunda posición, antes de marcharse a casa ante el fracaso se vengará haciendo presidente a Rivera con el beneplácito añadido de Iglesias, cuyo objetivo prioritario declarado ya no es ganar, sino echar al PP del poder. «Estoy oyendo algunas cosas que no me gustan nada», dijo ayer Rajoy, confirmando que lo considera posible.
Eso, un desplome del PSOE que acerque mucho a Ciudadanos al PP, es el principal temor en Génova. Y por ello se vuelcan en lograr que, aunque Ciudadanos quede segundo, la diferencia sea tan grande con ellos que «lo que algunos están preparando», es decir, un Gobierno encabezado por Rivera con menos de 90 escaños frente a un PP con 130 o más, sea percibido por los ciudadanos como un caos garantizado.
Díaz pide no dividir voto antiPP
«El PP con quien quiere pactar es con los españoles. Este es el único pacto que nos interesa», dijo ayer Rajoy, tratando de poner en evidencia a sus rivales, aunque él mismo se niega a dar por hecho un acuerdo con Ciudadanos, que es en realidad su única opción de gobernar. Andalucía, donde se reparten 61 escaños, es la clave para el PP. Y no por la histórica fortaleza del PSOE en esa comunidad, sino por el avance imparable de Ciudadanos, que podría recoger allí hasta 14 diputados. Y casi todos a su costa.
Pero el PSOE también observa esa tendencia favorable a los de Rivera. Y por eso la presidenta andaluza, Susana Díaz, hizo ayer un llamamiento a todos aquellos que quieran poner fin al Gobierno de Rajoy para «que no dividan el voto» y lo concentren en las candidaturas socialistas. «Somos la única garantía de igualdad de oportunidades y de cambio», señaló en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), en donde apeló especialmente a los andaluces que viven en Cataluña.