Sánchez peca de ansiedad y se enroca en su tesis de que el cambio pasa por el PSOE
ELECCIONES 2016
El candidato socialista conectó algunos golpes. Evocó el escándalo Bankia o la amnistía fiscal. Pero se mostró previsible
08 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El candidato del PSOE fue a lo suyo en un debate al que compareció aquejado de ansiedad. Las grandes revelaciones las agotó hace dos semanas. «He sido un poco bala», le confesó a Bertín Osborne. Pero ayer se mostró más previsible. Ataviado con corbata rojo socialista y americana azul, código que vale tanto para gobernar como para una entrevista de trabajo, Pedro Sánchez no se dejó amedrentar por el recuerdo de un sondeo que sitúa a su partido en caída libre. Tras regatear la cuestión, colocó la piedra angular del discurso que los socialistas machacan desde hace meses. «Los españoles no quieren cuatro años más de Rajoy. Solo ganando el PSOE las elecciones puede producirse ese cambio». Curiosamente, después reprochó a Sáenz de Santamaría que siguiera la misma estrategia, tirar de argumentario, a la que Sánchez también acudió para escapar de Zapatero.
Al socialista no le interesó hablar del pasado, brete en el que la vicepresidenta del Gobierno contó puntualmente con el capote de Iglesias, quien cuestionó la reforma laboral del 2010. Aunque fue Rivera el más incisivo en esa tarea. Logró descentrar a Sánchez, que replicó con un «no me conoces» cuando el líder de Ciudadanos le pidió que no se pusiera nervioso. Fueron momentos delicados para el socialista, que se reproducirían en varias fases de un debate en el que pareció estar contra las cuerdas. Sánchez conectó algunos golpes. Evocó el escándalo Bankia o la amnistía fiscal. Y coló propuestas como la subida del salario mínimo a 1.000 euros, la vuelta al Pacto de Toledo y una revisión de la Constitución con horma federal para aplacar al secesionismo catalán. Pero también lanzó ganchos al aire. La corrupción en Andalucía la despachó de un plumazo: «Se han asumido responsabilidades políticas». En cambio, fue más elocuente al hurgar en la herida del PP: «Rajoy sigue siendo presidente cuando tenía que haber dimitido después del SMS a Bárcenas». El cambio, porfió, solo lo garantizan los socialistas.