Se compromete a quitar el IRPF a los que alarguen la vida laboral más allá de la edad de jubilación y los que accedan a su primer empleo, y a incrementar el salario mínimo
11 dic 2015 . Actualizado a las 09:22 h.Mariano Rajoy está convencido, porque así se lo dicen las encuestas, las internas que maneja el PP y las que publican los medios, de que su principal trabajo en esta campaña, es decir, ganar las elecciones, lo tiene hecho. Pero también de que hay poco espacio para captar a votantes de otros partidos. De ahí que, si se exceptúan tres ironías y cuatro alardes de retranca, rehúya el cuerpo a cuerpo con sus rivales y apenas dedique tiempo a descalificar sus propuestas. Su objetivo ahora es más bien seducir a una enorme bolsa de indecisos con ofertas tentadoras de última hora para que esa victoria en las urnas sea lo más grande posible.
No para los sueldos altos
Para alcanzar esa meta, la estrategia diseñada es reservarse los anuncios más efectistas, es decir, los que atañen al bolsillo, para el final de campaña, sin incluirlos siquiera en el programa para no perder el efecto sorpresa, y soltarlos de uno en uno. Además de captar clientes, lo que pretende con esa táctica es ganar el marco político, lo que significa obligar al resto de partidos a debatir sus propuestas, en lugar de dedicarse a vender las suyas.
Dicho y hecho. Rajoy comenzó ayer ese particular cuentagotas de anuncios con dos medidas que afectan a los mayores, donde el PP tiene su principal nicho de votos, pero también a los jóvenes y parados, donde están sus principales carencias de apoyos. Por un lado, anunció que todos los trabajadores que prolonguen su vida laboral más allá de la edad jubilación quedarán exentos de pagar el IRPF, ya que el Estado se ahorra de ese modo una pensión. Y la misma exención fiscal se aplicaría también, en este caso durante un año, a todos aquellos que accedan a su primer empleo. Rajoy no concretó como se llevarían a cabo esas exenciones, aunque dio a entender que no afectarán a quienes tenga salarios altos. «Hombre, si gana 15 millones de euros sí que pagará IRPF», señaló a ser preguntado.
Críticas del resto de partidos
Las promesas de Rajoy las completó ayer la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, con el anuncio de una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2016, aunque no aclaró cuál será la cuantía de la misma. «A final de año, consultados los interlocutores sociales y teniendo en cuenta la circunstancia de recuperación económica, se decide la subida. Subirá, pero lo que no puedo decir es en cuánto», indicó.
Los rivales políticos de Rajoy negaron al líder del PP cualquier crédito a la hora de hacer promesas de rebajas de impuestos. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, utilizó el mismo argumento que ya usó en el debate a cuatro de la semana pasada. «No quiero subir los impuestos, pero aquellos partidos que están diciendo que van a bajarlos están mintiendo descaradamente, porque no explican la otra parte de la ecuación, es decir, cómo van a recortar», afirmó. El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, señaló que «la credibilidad del PP para hablar de subida y bajada de impuestos es nula». «¿Por qué nos tenemos que creer hoy a Rajoy si no cumplió en el 2011?», se preguntó, mientras que el número dos de Ciudadanos en Madrid, Francisco de la Torre, advirtió de que la propuesta de Rajoy «es una puerta abierta al fraude».
El candidato de IU, Alberto Garzón, consideró «absolutamente regresivas» las medidas propuestas por el líder del PP y advirtió de que «todo lo que sea mermar al Estado» y «tener menos dinero» para financiar servicios públicos es una «medida lesiva». El líder del sindicato Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, tildó también de «ocurrencia» el anuncio y se preguntó «con qué recursos» va a garantizar Rajoy el modelo social español si aplica ese tipo de medidas. Muy distinta fue la respuesta del presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, que mostró su apoyo a «todo lo que sea rebajar impuestos» porque, «no es de derechas ni de izquierdas, es de sentido común».
Presidentes en un cuarto de hora
A cuatro días de su cara a cara con el socialista Pedro Sánchez, que el PP considera crucial para marcar una diferencia que permita alcanzar al menos los 130 diputados, umbral sobre el que en Génova se da por segura la presidencia del Gobierno, Rajoy insistió ayer en reivindicar su experiencia de gestión frente a unos rivales que «en un cuarto de hora quieren ser presidentes del Gobierno». «Hay partidos que no sabemos ni quiénes son sus militantes; conocemos a uno, a uno y medio o como mucho a dos», señaló en alusión a Ciudadanos.