La gestación del cara a cara entre Rajoy y Sánchez no ha encerrado más complicaciones que las de tener que levantar un plató desde cero en solo diez días
14 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«¡Houston! ¿Están ahí los space cowboys?». El jefe de campaña del PP, Jorge Moragas, preguntó el viernes por teléfono de esa manera por el que será el moderador del debate de esta noche, Manuel Campo Vidal; por el realizador, Fernando Navarrete, y por el productor general, Pepe Carvajo. El mote se lo puso el actual secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, en el 2008, durante la preparación del primer cara a cara entre Rajoy y Zapatero. Habían pasado 15 años desde el anterior debate televisado en el país. «Ayllón justifica el apodo -recuerda Campo Vidal- porque entonces él estaba preparando fichas para el candidato Rajoy y de repente lo avisan de que ya no hay debate. Al cabo de cuatro días, le dicen «?ya puedes volver a empezar con las fichas porque lo hay?». ¿Qué pasó en el medio? Pues que, como en la película, fueron a buscar a un grupo de veteranos «que habían sido muy brillantes en sus tareas», no para que fueran a rescatar astronautas al espacio, sino para ver qué podían hacer y que fueran a hablar con los partidos.
Ahora son esos mismos space cowboys, junto con nombres como Jacinto García, Rafa Galán y Rafa Peláez, Tacho de la Calle o Evaristo Canete, los que están detrás del cara a cara de esta noche. Todos voluntarios.
Pero el tono distendido de la llamada de Moragas denota el ambiente relajado que se ha respirado durante los últimos diez días a la hora de llegar a un acuerdo con los partidos sobre cómo se desarrollará el debate. Es lo que observa también Campo Vidal, quien moderó el primer cara a cara en España en 1993 entre Aznar y Felipe González: «Ha sido el acuerdo con los partidos más sencillo que he vivido. La preparación fue tan difícil como siempre, porque el banderazo definitivo nos lo dieron doce días antes. Se sufre mucho porque hay que construir un plató desde cero».
Pero lo han logrado y está todo a punto. De hecho, el sábado, la iluminación ya era perfecta. «He probado la iluminación [por el sábado] y es fantástica porque no hay una sombra. No tienes la sensación de que estás dentro de un plató. Todo gracias a Jacinto García, el mejor iluminador de España», apunta. Esta vez no ha habido asesores comprobando hasta el último detalle. Campo Vidal explica que «hay cosas que se han desmitificado. Antes aparecían un grupo de asesores a medir las mesas, la altura... esta vez hemos tenido que insistirles en que vengan. Todo se ha hecho más relajado, más cómodo para nosotros». Pero no es el único cambio. «Antes -añade- se daba mucha importancia al minuto de quién empieza y quién termina, o a quién llegaba antes. Hoy hay mucho más conocimiento en España sobre debates. Se sabe que eso no tiene ninguna trascendencia».
El líder socialista abrirá y el del PP cerrará el programa, «sin dictadura del reloj»
No hay nada que haya quedado en manos del azar. Hasta el moderador ha comprado tres corbatas de diferente color para no coincidir con las de los candidatos. Todo está perfectamente estudiado para el debate de esta noche. Comenzará a las 22 horas, durará unos 110 minutos con una pausa para la publicidad, y a la hora de determinar quién llega primero, se seguirá el protocolo oficial. Rajoy llegará el último, pero se irá antes que Sánchez. Ambos se sentarán en una mesa semicircular que han hecho para el evento. El debate comenzará con una pregunta de Campo Vidal sobre la situación general de España que responderá primero Sánchez y después Rajoy. El orden se repetirá al final, con una intervención de un minuto cada uno para pedir el voto y sin alusiones al rival.
Una de las novedades con respecto a los últimos cara a cara es que habrá una compensación global de tiempos. «Procuraré que se iguale por cada uno de los asuntos que tratemos, pero no habrá una especie de dictadura del reloj», explica Campo Vidal. Como responsable de contenidos es él quien ha planteado los temas. «Están en la lista de preocupaciones de los españoles, según el CIS», añade. Se hablará de economía y empleo, Estado de bienestar, instituciones, territorio, Cataluña... Y sobre los desafíos de la globalización (terrorismo yihadista, los refugiados, política de austeridad, el riesgo de guerra civil en Francia del que ha hablado Valls...).
El debate ha despertado un gran interés. Además de TVE, Antena3, La Sexta, Telemadrid, Canal Sur, Castilla y León TV, Aragón TV y Canal Extremadura, hay más canales de todo el mundo que han pedido la señal. Y, por supuesto, podrá seguirse por los medios de La Voz. Tanto lavozdegalicia.es, que lo emitirá en streaming, como Vía V, que lo ofrecerá en directo y hará un programa especial sobre el debate.