Dice que el presidente del Gobierno aludió a su imputación judicial en el debate al verse «noqueado». Ahora tiene siete días para deshojar la margarita del Senado
16 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«¿Pero qué quiere, que le hable de los ERE o del secretario general de Galicia, imputado por prevaricación y cohecho?». Estas palabras pronunciadas por Mariano Rajoy a modo de advertencia en el cara a cara que mantuvo el lunes con Pedro Sánchez colocaron al líder del PSdeG en el centro de la diana política en España, ante una audiencia de más de nueve millones de personas. El presidente del Gobierno no pronunció en ningún momento el nombre de José Ramón Gómez Besteiro, a quien realmente aludía, pero no le hizo falta, pues dejó bien claro que el PP está dispuesto a sacarle punta a este caso para contener las embestidas del PSOE con la corrupción. Y esto, de rebote, acota un poco más si cabe las opciones que tenía Besteiro de convertirse en senador autonómico en la votación que tendrá lugar en el Parlamento gallego dentro de siete días.
«Hablamos de usted y yo», emplazó Pedro Sánchez a Rajoy la segunda vez que este aludió a la situación judicial del «secretario general de su partido en Galicia», petición que no surtió efecto, pues el líder del PP se reservó una tercera mención.
Desde el PSOE gallego no dudaron en minimizar los dardos lanzados por Rajoy. El propio Besteiro, que vio el cara a cara en directo desde Monforte, explicó ayer que no le afectaban las «reflexións» realizadas por el presidente del Gobierno, pues entiende que las hizo «nun momento de k.?o.». «Estaba absolutamente noqueado por ese tema que se lle atraganta, e con razón, que é a corrupción», puntualizó Besteiro, que entiende que es ese el marco en que hay que encuadrar dicha reacción.
«Absoluta inocencia»
Pero el número uno el PSdeG tampoco perdió la oportunidad de devolverle la pelota a Rajoy, pues puso de manifiesto que mientras que él afronta su situación judicial «dende a absoluta inocencia», sin escapar, dando la cara y participando en los actos que tiene fijados, el presidente del Partido Popular afrontó el debate sobre la corrupción «como un culpable», como alguien «ao que lle era incómodo e que non supo explicar». Es más, interpretó Besteiro que el «nerviosismo» que a su juicio desprendió Rajoy con sus alusiones no solo se debe al hecho de «deixar» la presidencia del Gobierno, «senón a que tamén está preocupado de que perdan o Goberno aquí en Galicia».
La lectura de Besteiro fue corroborada también por el portavoz parlamentario de los socialistas, José Luis Méndez Romeu, quien vio «fóra de contexto» que Rajoy se defendiera del acoso de Pedro Sánchez aludiendo al secretario general del PSdeG. «Non ten sentido fuxir das preguntas e tratar de introducir temas alleos á xestión do presidente do Goberno», esgrimió Méndez Romeu, quien negó que el debate pueda tener algún coste personal para Besteiro. Eran «paus de cego» de Rajoy, dijo el diputado.
La baza de la Cámara alta
Méndez realizó estas declaraciones en la rueda de prensa posterior a la Xunta de Portavoces del Parlamento, que convocó para el próximo miércoles día 23 el pleno de elección de los tres senadores de designación autonómica, dos propuestos por el PP y uno por el PSdeG. Para registrar los nombres, los grupos tienen de plazo hasta el martes 22 a las 18.30 horas, pero sobre la mesa está la posibilidad de que la plaza de senador del PSdeG sea para Besteiro, como estaba previsto en junio, cuando el PP decidió bloquear su elección al desconvocar un pleno que ya tenía fecha de celebración.
Después vino la imputación de Besteiro en el caso Garañón, y fue el propio líder del PSdeG el que decidió renunciar a la Cámara alta y al aforamiento judicial con la esperanza de que se resolviera su situación. Cinco meses después, las cosas siguen casi en el mismo punto. Besteiro tiene siete días para deshojar la margarita del Senado, pero todo indica que si no hay cambios en su situación judicial, el lucense quedará al margen y la plaza tendría otro destinatario. Es algo que quedó todavía más claro tras el debate del lunes y el interés del PP por minar al PSOE y a un posible aspirante a la Xunta.