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Pablo Casado confunde Venezuela con el Congo mientras Rajoy promete abaratar las golosinas
12 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Si a algunos les suena raro eso de que la sociedad actual se está infantilizando, que dicen algunos sociólogos, observen la campaña electoral y se convencerán de que llevan razón. Los niños, por no decir el niño -Pablito Gomariz, el pequeño clon de Rajoy en el programa 26J Quiero gobernar, de Telecinco- volvieron a ser protagonistas ayer de los actos electorales del PP.
El presidente del Gobierno en funciones se presentó ayer por la mañana en Molina de Segura (Murcia) y el acto principal de la jornada fue un desayuno con Pablito, de siete años de edad, que vive allí. Rajoy le prometió que bajaría el precio de las chuches, porque, si gobierna, va a reducir el IVA, y entonces las golosinas serán más baratas. La madre del chaval se mostró muy interesada por la promesa porque, dijo, en aquella comarca hay muchas fábricas de chuches. Rajoy participó después, en Murcia, en un mitin con el presidente de la comunidad autónoma y con el cabeza de lista del PP en aquella comunidad. Pero ese acto llamó menos la atención general. Se ve que no fue tan jugoso.
Suspenso en geografía
El diputado popular Pablo Casado cometió un desliz que lo puso en primera línea de fuego en las redes sociales. Colgó en Twitter un vídeo en el que se veía a policías conteniendo duramente a un grupo de manifestantes. Su comentario era: «Me manda esto un amigo de Venezuela: el pueblo se enfrenta a la policía chavista pidiendo comida. #NoPodemos tolerarlo». Al cabo de un rato, usuarios de la red desmentían al mensajero: el vídeo era de una manifestación en el Congo, del año pasado. ¡Ay, las reválidas!
Al momento Twitter se incendió y la pifia de Pablo Casado se convirtió en el asunto más visto en España, eso que se llama trending topic. Las fotos falsas salieron en cascada, y con el membrete «me manda esto un amigo de Venezuela», se vieron imágenes del solitario manifestante de la plaza de Tiananmen, de King Kong encaramado al Empire State, de Los fusilamientos del 3 de mayo, de La guerra de las galaxias y así hasta la saciedad. El fallo es grave, porque procede del vicesecretario de Comunicación del partido que gobierna y porque muestra que otros regímenes injustos se ignoran porque no sirven para atacar a los rivales políticos. Casado pidió disculpas, pero en estos tuits de respuesta a la avalancha, quien le había enviado el vídeo ya no era un amigo, sino Diario las Américas.
A lo Breznev
Seguramente feliz por la metedura de pata de «la casta», Pablo Iglesias desplegó en el mitin en el que participó en Barcelona aún más sonrisas y más amor del que se prometía en los carteles de la convocatoria, que reunía a las figuras de Unidos Podemos y sus asociados. En aquel ambiente festivo, Iglesias volvió a agarrar al líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, y a plantarle un beso de tornillo, como ya había hecho en el Congreso de los Diputados. Es que son como niños.
Unidos Podemos ha fabricado un bonito programa-catálogo que sugiere que la política debemos montarla entre todos, cada uno con su llavecita Allen. Pero si llega a gobernar y el morreo va a ser el saludo oficial, ¿no cree que mucha gente del común se desanimará y preferirá que vayan otros, aunque acaben siendo casta besucona, a representarlos?