El futuro de las pensiones entra en campaña con el reto de tapar pronto el agujero de la hucha
ELECCIONES 2016
El trabajo precario y la consiguiente merma de ingresos, unido a la crisis demográfica, las principales amenazas para el sistema público
19 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En un país envejecido, como España, el voto de los pensionistas resulta determinante. Y eso lo saben desde hace mucho tiempo los partidos políticos. El Pacto de Toledo, firmado en 1995, sirvió para alejar de la refriega electoral el futuro del modelo, pero la crisis económica y las órdenes de Bruselas para ajustar el gasto público propiciaron que el PP aprobase de forma unilateral una controvertida reforma en el 2013; un cambio que supuso desligar del IPC la revalorización de las prestaciones e introducir un nuevo sistema de cálculo para futuros jubilados, el llamado factor de sostenibilidad. Un sistema que entrará en vigor a partir del 2019 y que vincula las prestaciones a la esperanza de vida, los salarios y los ingresos del sistema.
«Nosotros defendemos la vigencia de esta reforma porque es la que permite garantizar la viabilidad del sistema público; por eso trabajamos, por defender a nuestros pensionistas y eso es lo que vamos a seguir haciendo», apuntan desde el equipo que ha elaborado el programa del PP.
En este asunto, no está solo Mariano Rajoy en la campaña. Como en el pasado mes de diciembre, en la cita de junio hay dos tendencias muy marcadas en la cuestión de las pensiones; de un lado, los populares y Ciudadanos. La formación de Albert Rivera, aunque con algunos matices, respalda al PP; coincide en desligar la revalorización del IPC y apuesta también por el factor de sostenibilidad. En el otro, PSOE y Unidos Podemos, son partidarios de derogar la reforma impulsada por Rajoy a finales del 2013.
Ciertamente, la cuestión demográfica proyecta algunas sombras sobre la sostenibilidad futura del modelo público de jubilaciones, pero el principal problema está ahora en los ingresos. Es decir, al problema poblacional se suma el del mercado de trabajo. La hucha de las pensiones, el llamado Fondo de Reserva de la Seguridad Social, ha perdido la mitad de sus recursos desde el año 2009, hasta situarse ahora por debajo de los 35.000 millones de euros.
Las propuestas
«Es necesario modificar el actual modelo de crecimiento basado en empleos precarios y mal pagados; el déficit actual de la Seguridad Social se deriva de la falta de empleo, pero también de los efectos sobre las cotizaciones de las políticas económicas aplicadas: devaluación salarial, baja protección de los desempleados y la ineficaz política de bonificaciones a las empresas; tenemos dos millones menos de afiliados que en el 2008, pero además, con el mismo número de afiliados que en el 2011, se recaudan 5.000 millones menos por cotizaciones sociales», explica Jorge Uxo, del equipo económico de Podemos.
Por tanto, el primer desafío, el reto más urgente a corto plazo, es ver cómo tapar el gran agujero de la hucha de las pensiones.
El PP y Ciudadanos fían su alternativa a la recuperación del mercado de trabajo, al cambio de modelo productivo, pero los socialistas, que son los que concurren al 26J con una propuesta más amplia y más concreta en su programa, consideran que no es suficiente.
«En el 2030 habrá tres millones más de pensionistas y tres millones menos de personas en edad de trabajar, lo que pone en riesgo la viabilidad del sistema; con la reforma de pensiones del PP, a medida que se jubile la generación del baby boom, se irán reduciendo las pensiones medias, caída que llegará hasta el 30% en términos reales», explica Manuel de la Rocha, secretario de Economía del PSOE. Los socialistas plantean gravar a las rentas más altas y crear un impuesto para financiar las pensiones, tal y como ocurre en otros países, como el Reino Unido o los nórdicos.