Estuvo en el campo de refugiados tras la disolución del Congreso. Si por ella fuera, se acortarían los plazos electorales
23 jun 2016 . Actualizado a las 15:17 h.Él era chef de un buen restaurante en Alepo. Huyó de la guerra con sus cuatro hijos. Sus padres iban en otra barca. Pero a esa embarcación se le acabó la gasolina. Los nietos vieron cómo el mar se tragaba a sus abuelos. Dolores Galovart (Huelva, 1955) relata el drama y reconoce que «en Idomeni tienes ganas de esconderte y llorar todo el día». La candidata del PSOE al Congreso por Pontevedra estuvo ese campamento de refugiados el mes pasado. Dice que es imposible condensar tanta tragedia en palabras: «Abandono, soledad, desesperanza. Imagínate que estuviéramos todo Vigo y A Coruña en la frontera de Tui y que no nos abrieran. Y que nuestras ciudades fueran cenizas», dice.
Galovart dice que es jueza «por casualidades de la vida». Estudió Derecho porque le parecía «útil para luchar contra la dictadura». En la universidad se afilió a un partido antifranquista. Después montó con una compañera un despacho de abogados para mujeres. «Entonces estaban penalizados los anticonceptivos, no había divorcio, sobre los maltratos se decía que algo haría la mujer y que era algo privado». Todo un desafío. «Cuando eres joven te llevas el mundo por delante».
Ella y su marido, Ventura Pérez Mariño, que fue alcalde de Vigo, se han involucrado «en mil proyectos políticos durante el franquismo y en mil iniciativas solidarias». «Sentirte útil te hace feliz, tiene una carga de egoísmo», reconoce. Desde una bocatería en Vigo hasta la apertura de pozos en África. De joven, Galovart estuvo en una cooperativa de algodón en Nicaragua. Después colaboró con iniciativas en Bolivia y en Guatemala. Cree que con la política se puede multiplicar la acción social. Y su marido fue clave para dar el paso: «Gracias a él estoy donde estoy. Su consejo, que sea yo misma». Asegura que estos meses en el PSOE ha estado «como pez en el agua». La situaron en la Comisión del Defensor del Pueblo y en febrero se presentó el informe anual. Fue la portavoz del PSOE y nadie tocó su discurso. «Le dije a Antonio Hernando: ‘Quiero dar un revolcón’. Me respondió: ‘Fenomenal’. Y eso que soy independiente», cuenta. Cuando era vicevaledora se fue por unas declaraciones del valedor en las que cuestionaba la ley de dependencia. Dice que con sus decisiones no pretende demostrar nada. «Hay que sentirse a gusto cuando te vas a acostar».
Admite que fue emocionante entrar en el Congreso. Pero critica «la demagogia y los fuegos artificiales de Podemos» y «el show de Bescansa». Asume que la gente «está muy cabreada». Si de ella dependiera, se acortarían los plazos electorales, para no perder tiempo ni dinero. Envidia la agilidad para pactar de la serie danesa Borgen. «Retrata los problemas de la protagonista para compatibilizar la política y su familia. Y tocan temas transversales como el aborto y la inmigración». También se enganchó a Mad Men un fin de semana «que no estaba Ventura».
Tiene miedo a que prenda «el populismo» y a que «España se polarice». Censura los «ataques de Podemos a la independencia judicial». «Que si esperan órdenes del Gobierno para luchar contra la corrupción, que si están obligados a una fidelidad ideológica... ». Le encanta hacer sentencias, pasear, y retomar de vez en cuando El Quijote.
Presume de decir lo que piensa y asegura que los diputados deben dar ejemplo. «El rey tiene que ser el mejor soldado. No somos reyes, pero somos algo mejor, los representantes del pueblo».
«Lo peor de la política es la invasión de tu vida privada»
-Venda Galicia a quien no la conozca.
-En tu largo viaje a Santiago de Compostela, piérdete por Galicia, disfruta de su gastronomía, contempla su paisaje y contempla su arte y su cultura. Ahí te esperamos.
-Lo mejor y lo peor de la política.
-Lo mejor es que puedes hacer cosas útiles para los demás. Lo peor, para mí, es la invasión de tu vida privada.
-¿La declaración de la renta le sale a pagar o a devolver?
-A pagar, 2.000 euros.
-Un personaje histórico.
-Clara Campoamor, porque trajo el voto para las mujeres.
-Una película.
-Una serie, Borgen.
-Un libro.
-El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura.
-Una canción.
-The River, de Bruce Springsteen.
-Una virtud y un defecto.
-La virtud, que intento ser una buena persona. Un defecto, que me fío mucho de la gente.
-Un placer culpable.
-Los dulces.
-Un miedo confesable.
-Una desgracia para mi familia.
-La última vez que se emocionó.
-Hace mes y medio, cuando fui a los campos de refugiados de Idomeni.
-La vida sin Internet sería...
-Imposible. No hay túnel del tiempo, no hay vuelta atrás.
-En una palabra: Rajoy.
-No coges el teléfono.
-Pedro Sánchez.
-Esfuerzo, tenacidad y limpieza.
-Pablo Iglesias.
-Las mil caras.
-Albert Rivera.
-Brillante, pero no es mi tipo.
-Le gustaría que la recordaran como...
-No tengo especial interés en que me recuerden. Quiero hacer las cosas aquí y lo que pase después me da igual. En mi vida quiero hacer, no trascender.