Afloran las primeras tensiones entre los potenciales socios de la izquierda
ELECCIONES 2016
PSOE, BNG y En Marea se atacan mutuamente por primera vez a la disputa del mismo voto
15 sep 2016 . Actualizado a las 08:51 h.En una campaña gallega con más contendientes en liza que nunca las fuerzas se equilibran casi siempre en dos bloques: el PP por un lado, con Ciudadanos merodeando, y el PSOE, En Marea y el BNG por otro, con el objetivo puesto en Feijoo. Pero en la primera semana de campaña, con el debate como punto de inflexión, ya han saltado también las primeras chispas entre los hipotéticos socios de un Gobierno alternativo al popular.
Pedro Sánchez alerta del conglomerado de siglas y la sucursal de Podemos
En el caso de los socialistas no hay rastro de los reproches a la gestión de los gobiernos municipales de las mareas, y de expresiones como las utilizadas hace meses por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, de que los alcaldes de A Coruña y Santiago tenían sus ciudades «hechas unos zorros». El PSdeG se autoimpuso contención con En Marea, su potencial aliado en un gobierno alternativo a Feijoo, así que las referencias desaparecieron del discurso de su candidato a la Xunta, Fernández Leiceaga, y sus principales dirigentes. No obstante, Podemos y sus aliados están muy presentes en el discurso del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que ayer cerró una incursión de dos días en Galicia lanzando desde Vigo un reproche contra ese «conglomerado de siglas, que se superponen una detrás de otra sin un proyecto definido y sin experiencia», para reivindicar el proyecto y el saber hacer de los socialistas.
Es más, Sánchez calificó en todo su periplo gallego de «moderadamente decepcionante» el balance que dejan los gobiernos de las mareas. Y desde Santiago, territorio de la nueva política, reprochó que En Marea no facilitara el cambio político en España ni lo apoyara en la investidura. «Son una sucursal de Podemos», zanjó.
El Bloque censura a Beiras y le pide que no se equivoque de enemigo
Las referencias de Beiras a la candidata del BNG, en las que le reprochaba que siendo de Sarria (Lugo) se presentase por A Coruña para garantizarse un escaño, no han sentado nada bien en el equipo de campaña nacionalista. El veterano político lanzaba este dardo el martes desde Monforte para hacer valer la decisión de Luís Villares de ir por su Lugo natal, un camino emprendido con el viento favorable de las encuestas. La crítica pública de Beiras llega justo después de un debate televisivo en el que, a juicio de la opinión pública, la candidata del BNG salía mejor parada que Villares. Ayer, sin citar directamente a Beiras, desde un mitin en Bueu, Ana Pontón contestaba. «Quero dicirlles que no BNG non nos equivocamos de inimigo político, nin imos facer a campaña electoral que lle interesa ao PP e a Feijoo», dijo. En relación a la polémica de la circunscripción, Pontón recordó en su discurso que se presenta como candidata a la Xunta en toda Galicia para trabajar por el futuro de los 314 municipios. «Concurro co obxectivo de dar o mellor de min, de dar o mellor desta organización, como sempre fixemos», dijo ante al auditorio.
En Marea carga contra Pontón y no se olvida del flanco de Feijoo
Salvo la acotación realizada por Beiras sobre Pontón, En Marea es el partido que tiene más definida su presa. Desde la precampaña los candidatos han centrado las críticas en Feijoo y se han esforzado por crear una metáfora permanente entre el PP «e a mafia». Ayer hubo una vuelta de tuerca, y a los reproches habituales añadieron varias alusiones a la vida personal del candidato popular. Xosé Manuel Beiras, después de llamar a Feijoo «imbécil», insinuó que este «xoga a crear unha familia. Un xoguete máis», dijo en el Teatro Jofre de Ferrol. Antes, a través de una cuenta de Twitter, Anova le atribuyó a su líder esta frase: «A Núñez hai que lembrarlle aquilo de que ‘Os vellos non deben namorarse’, nin xogar a montar familias». Para terminar con las alusiones, el número uno por A Coruña, Antón Sánchez, insinuó que después del 25S Núñez Feijoo tendrá un «permiso de paternidade de catro anos». Luís Villares no entró en ese discurso.