Galicia es Camino, pero no solo el Camino

Tamara Montero
TAMARA MONTERO SANTIAGO / LA VOZ

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La Voz

Regular los nuevos usos, aumentar la estancia media y abrir nuevas vías turísticas son los retos del sector

15 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago. Hora de comer. Por la Oficina del Peregrino habían pasado ayer 476 personas. En todo el mes de agosto, recogieron su credencial 53.712 peregrinos. El Camino de Santiago, y en especial la ruta francesa, sigue siendo una de las principales vías de entrada de turistas en la comunidad, que entre enero y agosto de este año ha alojado en sus establecimientos reglados a cerca de 2,6 millones de viajeros. El mes de julio marcó cifras históricas tanto en número de visitantes como en número de pernoctaciones. Además, más de cien mil personas estaban ocupadas en el sector turístico en el segundo trimestre del 2016.

Nadie duda de que el turismo es uno de los principales motores económicos de Galicia -supone el 10,6 % del PIB y el 11,5 % del empleo en Galicia, según el informe Impactur- ni de la fortaleza de la marca Camino de Santiago, que ha internacionalizado el destino Galicia como nunca se había visto. Desde aquel hito histórico que supuso 1993, el mercado ha ampliado sus horizontes hasta Corea, Islandia, Líbano y Nueva Zelanda, por ejemplo. Pero el peligro es, quizá, morir de éxito. Que la sombra alargada de la catedral de Santiago acabe por eclipsar los otros atractivos turísticos que tiene la comunidad y que se consolide un modelo de bajo retorno económico que además pueda masificar las rutas de peregrinación hasta hacerlas intransitables. Galicia es Camino, pero no solo es Camino. Así que hay que apostar por la diversificación y también por la diversificación con calidad. Por ofrecer productos, destinos y experiencias que no estén ancladas en las dos bazas principales de Galicia: la peregrinación y las Rías Baixas. Han despegado en los últimos años opciones como el turismo de cruceros -muy presente en A Coruña y Vigo-, el turismo termal que lidera Ourense, el turismo de naturaleza que representa, por ejemplo, la Ribeira Sacra y experiencias de turismo gastronómico, deportivo, cultural e incluso de compras.

Diversificar el turismo es atraer nuevos perfiles de viajeros. Y hacerlo con unos altos estándares de calidad despierta el interés de visitantes con los que el retorno económico y la generación de riqueza es mayor. Según los datos del primer cuatrimestre del año, la demanda en los hoteles de cuatro y cinco estrellas fue un 13,3 % superior a la del mismo período del año anterior y la ocupación media fue la más alta del ámbito hotelero, con un 35,67 %, siete puntos por encima de los hoteles de tres estrellas. El gasto medio diario de los visitantes en Galicia es de 40 euros, pero apenas pasan 1,85 noches en la comunidad, lo que rebaja el impacto económico de su estancia. Conseguir alargar el tiempo de visita a Galicia es otro de los principales retos a los que se enfrenta el sector en los próximos años. La regla es clara: a más días, más gasto y mayor retorno para los gallegos.

¿Turismo todo el año?

Pero el principal escollo al que se enfrenta el sector, y no solo el gallego, es la estacionalidad. Las vacaciones incrementan exponencialmente la demanda turística. Durante marzo, las noches en establecimientos reglados aumentaron un 26,7 % con respecto al 2015, mientras que en abril cayeron un 8,9 %. Las cifras de estos dos meses están muy condicionadas por la Semana Santa, la primera prueba de fuego del año en el sector. Atraer turistas durante todo el año y no solo en épocas vacacionales es el santo grial que el sector ha venido buscando durante los últimos años. Años en los que además han ido mudando los usos turísticos. Un incremento del 53 % en la demanda de los apartamentos turísticos, 45 puntos por encima del incremento en hoteles y casas de turismo rural, da la medida de ese cambio en las costumbres de los turistas, que además tienen a su disposición todo un mercado de apartamentos a través de Internet.

Ese mercado, al que algunos llaman economía colaborativa y otros fraude fiscal, cuenta en Galicia, según las estimaciones del sector, con hasta 7.000 camas. La Xunta ya se ha puesto en marcha y tiene un borrador que regula la explotación de viviendas de uso vacacional. Una práctica que, sin embargo, no es tan novedosa como parece. El mercado de las casas vacacionales lleva décadas implantado.

En su programa

Cristina Romero (PP)

Planificar, diversificar y potenciar atractivos. La candidata popular propone -además de una planificación a largo plazo, transversal y dialogada con el sector que quede reflejada en la Axenda do Turismo de Galicia 2017-2020- diversificar la oferta y potenciar atractivos como el turismo termal en Ourense, el turismo de salud (siempre vinculado a la sanidad privada) y el termalismo deportivo. Consciente del valor del Camino, propone una planificación pausada del año santo y avanzar en la desestacionalización.

María Dolores Toja (PSdeG)

Oferta diferenciada y desestacionalización. Los dos grandes objetivos de los socialistas en materia turística son construir una gama diversificada y diferenciada de productos turísticos y desestacionalizar el flujo turístico anual. Para ello, proponen «reposicionar» el destino con una imagen basada en su identidad cultural, apoyar los programas de investigación y poner en marcha planes integrales de calidad, entre otras medidas. En cuanto al Camino, el PSdeG apuesta por que sean una ventana cultural y apoyará iniciativas emprendedoras.

Gonzalo Rodríguez (En Marea)

Conectar con mercados del arco atlántico. En Marea propone recuperar la actividad del Instituto de Estudos Turísticos para recabar información que permita conocer el perfil del turista para así diseñar propuestas adecuadas. Además, Gonzalo Rodríguez habla de la necesidad de conectar con determinados mercados con un sistema cultural común y no suficientemente explotados, como el arco atlántico desde Noruega a Portugal. También apuesta En Marea por una revisión profunda del Camino y promocionar otras rutas aparte del Camino Francés y proteger los elementos arquitectónicos y paisajísticos, en especial de los núcleos.

Noa Presas (BNG)

Conservar el patrimonio cultural y natural. La candidata del BNG cree imprescindible atender la conservación del patrimonio artístico y cultural de Galicia, así como el medio natural. Presas cree que es necesaria una planificación social e institucional y una valorización de la identidad diferencial gallega. Apuesta también por perseguir la precariedad laboral en uno de los sectores «máis afectados».

Cristina Losada (C's)

Atención al mercado chino y al turismo rural. Ciudadanos fomentará el turismo rural, responsable y sostenible. También favorecerán la adaptación a mercados de gran potencial, como los países asiáticos, y asegurarán que la información básica esté en español, inglés y chino. También promocionará el Camino con acciones de márketing y planes de conservación de núcleos.