La foto de Albert Rivera es la que sale en el sobre que Ciudadanos envía con la papeleta a casa y esa sonrisa no ofrece dudas: él es el aval del partido naranja en Galicia
16 sep 2016 . Actualizado a las 18:44 h.Ciudadanos corre para subirse al tren
La foto de Albert Rivera es la que sale en el sobre que Ciudadanos envía con la papeleta a casa y esa sonrisa no ofrece dudas: él es el aval del partido naranja en Galicia. Aunque no difundieran su programa hasta después de que comenzara la campaña. Aunque la candidata sea una desconocida para una mayoría (muchos la descubrieron en el debate del pasado lunes). Pero no importa porque ella también hace gala de su desconocimiento. Aseguraba en Vía V esta semana que no sabe cuál es el presupuesto de la Xunta ni a quien se le dedica este año el día das Letras Galegas. «¿Pero qué es Galicia? ¿Una nación, un país, un Estado...?» La candidata de Ciudadanos pensaba en verduras. «Es como cuando dices judías del país».
Pues algo así debemos ser los gallegos, para los que hoy pide la llegada del AVE en 2018. Era un derroche en marzo de 2015 y seguía siéndolo en febrero de 2016. Pero esta mañana el líder de Ciudadanos ha defendido que las judías, perdón, los gallegos, no podemos seguir con unas conexiones que dejan tanto que desear. Rivera parece no estar dispuesto a perder el tren y quiere subirse al Parlamento de Galicia aunque hoy según el tracking diario de La Voz de Galicia no conseguiría ningún diputado en O Hórreo. Seguro que creen que es el mejor sitio para guardar judías.
Galicia no tiene frontera
Galicia, Galicia, Galicia. Es un mantra que Feijoo ya repitió en varias ocasiones y que en esta campaña se está esforzando por hacer evidente, recorriendo en un día como hoy más de 520 kilómetros. Intentando quitarse de una vez el birrete volviendo a casa. En Os Peares, Feijoo ha cantado esta mañana uno por uno el nombre de todos los vecinos y se ha emocionado al recordar su infancia en pantalones cortos de tergal. Distancias cortas con la gente para mantenerlas largas con su jefe, con el que no se ha encontrado en ningún acto. Dicen que no se evitan, sino que diversifican públicos para llegar a más gente aunque Feijoo intenta que no lo salpiquen polémicas como la de Rita Barberá. Valencia se cuela en la campaña popular y Sevilla lo hace en la del PSOE. Leiceaga no se lo esperaba pero también le han preguntado sobre el escrito de acusación contra Griñán y Chaves. El candidato socialista acabó insistiendo en lo de «Galicia, Galicia, Galicia». Que no les hablen de nada que pase más allá del Padornelo. Que bastante tienen.
Visitas y viejos amores
¿Suma o resta la presencia de líderes nacionales en la campaña gallega? El debate también está abierto dentro de En Marea, que por ahora se ha centrado en actos donde el propio Villares (también desconocido para muchos) era el protagonista. Los llamados alcaldes del cambio, los grandes valedores del candidato, entran mañana en escena después de mantenerse en segundo plano. Lo contaba Juan Capeáns, había malestar interno por una campaña centrada excesivamente en el rural y donde parecía haberse abandonado el voto urbano. La segunda semana de campaña promete un giro: Ada Colau, Errejón, Pablo Iglesias o Alberto Garzón desembarcan en Galicia cuando el tema más recurrente son los futuros pactos. Villares insiste una y mil veces en que aquí no se repetirá el desencuentro que hay a nivel nacional (¿se acuerdan? ¡seguimos sin Gobierno!). Pontón también insiste en que llamará a todos. Pero ojo, que el amor convertido en odio es un sentimiento muy fuerte. La candidata nacionalista recordaba en V Televisión lo que siente por Beiras y la palabra decepción es un sustantivo muy contundente.