El alcalde de Vigo ha estado ausente en la campaña y será a partir de ahora cuando adopte un papel activo de cara al congreso nacional
26 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El PSdeG no ha logrado un buen resultado en la provincia de Pontevedra, que se convirtió en punta de lanza del partido en las últimas elecciones municipales. Pero ni el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ni la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, se sentirán aludidos con la derrota de Leiceaga si no es para recordar que no les dejaron confeccionar las listas que ellos querían. Llega el momento de pasar factura. Caballero, azote de Feijoo a nivel local, ha estado ausente en la campaña y será a partir de ahora, a buen seguro, cuando adopte un papel activo de cara al congreso nacional que se avecina. Dará la batalla orgánica, pero lo hará con la vista puesta en Ferraz. El regidor vigués está distanciado de Pedro Sánchez y comparte la posición crítica de Susana Díaz y otros barones.
El PP sí ha logrado un buen resultado en la provincia. No desentona del resto de Galicia y Alfonso Rueda, que fue comisionado por Feijoo para apuntalar la plaza tras la marcha de Louzán, podrá regresar a Santiago (¿futurible?) con los deberes hechos una vez que se fije el liderazgo del PP vigués en un congreso local. Esta es su única asignatura pendiente de cierta relevancia.
En Marea supera con claridad a los socialistas en Pontevedra. Paradójico o sintomático: obtiene sus mejores resultados donde menos definido está su liderazgo, con la secretaria general de Podemos Galicia como cabeza de lista. Ya les gustaría a los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol unos resultados como los de Vigo...