Villares limita la autocrítica a la «falta de tempo» y confirma que su plan es seguir hasta el 2020
ELECCIONES 2016
Achaca los resultados a la «convocatoria apresurada» del PP y a su incapacidad para influir en toda Galicia
27 sep 2016 . Actualizado a las 13:09 h.Poca autocrítica pública y más ganas de mirar al 2020 que otra cosa. En Marea reunió en Santiago a su coordinadora para analizar los resultados electorales y el candidato Luís Villares se encargó de trasladar unas valoraciones que se quedaron en la superficie y que fueron bastante más autocomplacientes que las ofrecidas por los regidores coruñeses a título individual. Para el cabeza de cartel del partido instrumental todo se reduce a «falta de tempo».
Villares entiende que solo unos días después de que el partido instrumental se constituyese en Vigo a finales de julio se produjo una «convocatoria apresurada» por parte del PP que condicionó la capacidad para llegar «aos medios e á sociedade». En ese sentido, echó de menos la cobertura informativa -se entiende que oficial- que le correspondería a Alternativa Galega de Esquerda por sus nueve diputados en la anterior legislatura: «AGE é a formación á que sucedemos e da que nos declaramos herdeiros, por iso pensamos que o tratamento informativo foi menor e tivemos menos relevancia mediática do que nos correspondía», lamentó, aunque al mismo tiempo consideró que el nuevo proyecto sale reforzado al incorporar a Podemos y a las mareas municipales. «Somos conscientes de que faltou ese tempo e se o tiveramos esa maioría do PP seguro non tivera acontecido», añadió.
Hoja de ruta hasta final de año
Tras el 25S En Marea inicia un «tempo novo» con márgenes bastante más holgados que los que tuvo hasta ahora. De hecho, uno de los primeros retos será elaborar un calendario que permita «consolidarnos como organización» y que vendrá marcado por una asamblea. El proceso podría ocupar hasta final de año a partir de la constitución del Parlamento, prevista para el 21 de octubre. El objetivo principal de esta reorganización sería consolidar el discurso y transmitirlo con más eficacia a «todos os recunchos» de Galicia, una apreciación que lleva implícito el reconocimiento de la dificultad de En Marea para cuajar en las comarcas tradicionalmente conservadoras. Sucedió en junio y ese efecto se ha repetido incluso con más fuerza en esta convocatoria.
Con respecto a su papel en el partido, fue tajante: «Estarei ata o 2020, ese era o meu compromiso coa organización e coa cidadanía», y con respecto al trabajo inminente del grupo parlamentario ofreció algunas pinceladas como la defensa «das maiorías sociais do país en clave de dignidade nacional e o exercicio de autogoberno. Aí nos atoparán», destacó.
Villares también encontró explicación a sus críticas a las encuestas, que incluso otorgándole más escaños de los que finalmente obtuvieron siempre consideró que estaban «cociñadas» a favor del PP. «Nun proxecto novo é imposible medir a potencia demoscópica electoral, por iso creo que non houbo ningún erro de alcance. O mesmo sucedeu coas candidaturas municipalistas. Era algo co que tiñamos que xogar», trató de justificarse.
Un fundador de Anova critica el «nefasto» paso por Galicia de un Iglesias al que también atacan en Podemos
Pablo Iglesias se ha abonado a la polémica en Galicia vía Twitter. El domingo por la noche, como muchos otros líderes políticos, quiso felicitar a En Marea y destacar que con sus resultados se había convertido en «la primera fuerza de oposición» en Galicia, citando expresamente a Luís Villares, Xosé Manuel Beiras (Anova), Carmen Santos (Podemos) y Yolanda Díaz (Esquerda Unida). Este ejercicio de equilibrismo tuitero entre todas las sensibilidades del partido instrumental se vio roto por una respuesta que recibió: «Segue apropiándote do traballo de En Marea para a túa carreira política. O teu nefasto paso por Galiza restou e non sumou. As vosas batalliñas de galos de curral en plena campaña amosan o pouco respecto que tedes pola xente que sofre ao PP». Sería un comentario más de los cientos que recibe Iglesias, si no fuera porque su autor es Mario López Rico, exedil en A Coruña y estrecho colaborador de Beiras en el BNG, que tuvo un peso muy relevante en la fundación de Anova y que precisamente abandonó el partido nacionalista cuando se produjo el acercamiento a Esquerda Unida para las elecciones europeas. En las últimas semanas no dejó de apoyar públicamente a En Marea y más concretamente a Villares.
No fue la única nota desafinada que pone en duda la unidad del partido instrumental. Los críticos de Podemos, pertenecientes a círculos municipales de la formación morada, han convocado para este sábado una asamblea para organizarse con vistas a las próximas municipales tras un resultado que consideran «malo». Su reto es presentarse bajo las siglas de Podemos Galicia, al margen de las mareas y sin interferencias de Madrid, y si encuentran resistencias oficiales buscarán una fórmula independiente.
De esa reunión, que tendrá lugar en el municipio de Ames, saldrá un órgano de coordinación que intentará, entre otras cuestiones, echar a los miembros de Anova que están en sus listas de inscritos.