El exfutbolista del Sevilla Quincy Promes ha pedido ser extraditado a Rusia para no continuar en la cárcel de Dubái en la que actualmente se encuentra
02 abr 2024 . Actualizado a las 09:08 h.El que fuera futbolista del Sevilla, Quincy Promes, que actualmente jugaba para el Spartak de Moscú, está cumpliendo una condena de seis años en una prisión de Dubái por tráfico de 1.363 kilos de cocaína y otra de 18 meses por apuñalar a su primo en una fiesta familiar. Sin embargo, las violaciones que se están produciendo en la cárcel de Al Aweer han llevado al neerlandés de 32 años a pedir ser extraditado a Rusia.
Así lo asegura De Telegraaf, que señala que Quincy Promes está en una celda junto a otras seis personas en la que él duerme en una litera y otros 20 presos en el suelo. Aunque el futbolista se le permite hacer ejercicio tres veces a la semana, pero no en el gimnasio, no tiene acceso a alimentos como frutas y verduras. Por su parte, si quiere ver la televisión debe hacerlo fuera de su celda en compañía de otros presos.
«Parece que en esa prisión se producen violaciones a diario, ya que hay pocos guardias que realicen servicios de vigilancia. Los presos pasan el tiempo en un ambiente frío y con mucho ruido debido al fuerte aire acondicionado», explica en De Telegraaf. El citado medio señala también que los presos de la cárcel de Al Aweer deben tener la cabeza rapada en todo momento y son castigados si tienen el cabello largo.
Por todo ello Quincy Promes podría ser extraditado a Rusia para cumplir allí su condena.
¿Por qué está Quincy Promes en la cárcel?
Quincy Promes fue condenado a seis años de prisión por tráfico de drogas, al entender un tribunal de Amsterdam que participó en una operación de contrabando de 1.363 kilos de cocaína en el puerto de Amberes (Bélgica).
El tribunal neerlandés consideró probado que Quincy Promes participó en el contrabando de dicha cantidad de cocaína a través del puerto de Amberes en enero de 2020. Por ello, el jugador fue condenado a seis años de cárcel, misma pena que se le impuso a su primo.
La Fiscalía pidió una pena de nueve años de prisión para el futbolista, aportando como prueba principal una serie mensajes cifrados interceptados de Quincy Promes. Así, el tribunal concluyó que la cocaína llegó a Amberes en un buque portacontenedores procedente de Brasil, oculta entre sal marina.