La lujosa colección de coches que Mbappé no puede conducir

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Kylian Mbappé.Kylian Mbappé con el Real Madrid
Kylian Mbappé con el Real Madrid Europa Press

A sus 25 años, Kylian Mbappé no dispone de licencia para conducir, por lo que disfruta como copiloto de su lujosa colección de coches

24 ago 2024 . Actualizado a las 22:58 h.

A sus 25 años, Kylian Mbappé aún no tiene licencia para conducir. Pese a ello, el delantero del Real Madrid, ex de Mónaco y PSG, ha ido confeccionando una lujosa colección de coches a lo largo de su carrera.

A la lujosa colección de de Kylian Mbappé se ha sumado el BMW i7 que ha recibido por su llegada al Real Madrid. Ni más ni menos que el mismo coche que tiene Florentino Pérez, un i7 valorado en 186.750 euros. Esta berlina eléctrica no es ni el coche más caro ni el más potente de la marca alemana, pero sí el más lujoso y el más representativo de BMW. El i7 tiene una potencia de 660 CV, es capaz de alcanzar los 250 km/h y pasa de 0 a 100 en 3,7 segundos.

El coche más lujoso de la colección de coches de Kylian Mbappé podría ser su Ferrari 488 pista, una edición limitada de la marca italiana que tan solo salió a la venta para clientes especiales y cuyo precio oscila entre el medio millón de dólares. Este vehículo tiene una potencia de 720 CV, es capaz de superar los 340 km/h y pasa de 0 a 100 en tan solo 2,85 segundos.

Kylian Mbappé posee además un Ferrari 458 valorado en 300.000 dólares y en cuyo diseño participó el mismísimo Michael Schumacher. El galo cuenta también con modelos más familiares de Volkswagen, que es uno de los patrocinadores de la selección francesa, así como con un Mercedes Clase V.

¿Por qué Mbappé no puede conducir su lujosa colección de coches?

Sobre por qué no ha obtenido todavía su licencia para conducir, al ser cuestionado al respecto, Kylian Mbappé explicaba meses atrás en Bleacher Report: «Es una de las desventajas de triunfar pronto. Me perdí cosas tan sencillas como tener carnet de conducir. Creo que todo el mundo tiene uno. Para mucha gente el carnet es un requisito, pero para mí no lo era».