Ya van dos carreras consecutivas en las que Red Bull recibe un trofeo valorado en 40.000 euros y termina hecho añicos
31 jul 2023 . Actualizado a las 09:36 h.Red Bull acabó con un doblete el Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1. Max Verstappen remontó desde la sexta a la primera posición para sumar una nueva victoria y Sergio Pérez fue segundo tras él. Si la semana pasada Lando Norris destrozó el trofeo que acreditaba a Verstappen como vencedor del Gran Premio de Hungría, un trofeo de cerámica valorado en 40.000 euros, en esta ocasión el que se ha hecho añicos fue el que acreditaba a Red Bull como constructor ganador del Gran Premio.
Tras hacerse la pertinente fotografía de equipo junto a los trofeos conseguidos, se produjo una estampida entre los ingenieros que querían librarse de la ducha de champán. Helmut Marko, que a sus 80 años se las sabe todas, quiso proteger los trofeos, pero no pudo evitar que el pitboard del equipo cayese encima del que acreditaba a Red Bull como constructor ganador del Gran Premio Bélgica.
«¡Se ha vuelto a romper, el trofeo se ha vuelto a romper!», le dijo Max Verstappen a Christian Horner, que no pudo evitar contener la risa. Dicho trofeo lo había recogido Greg Reeson, al que el jefe de Red Bull quiso premiar después de que el equipo cosechase su decimosegunda victoria consecutiva. «Resultados como el de hoy son la combinación del trabajo en equipo y por eso habéis visto a Greg, nuestro técnico que se ocupa de todos los neumáticos en el garaje, subir al podio a por el trofeo de constructores hoy», destacó Christian Horner.
Lando Norris rompió el anterior trofeo de Red Bull
Respecto a lo sucedido en la anterior carrera, en el Gran Premio de Hungría, Lando Norris destrozó el trofeo de campeón de Max Verstappen tras un incidente al descorchar la botella de champán. Como es costumbre en él, lo hizo golpeando la botella contra el cajón. Lo que no vio el inglés es que el trofeo de Verstappen estaba en el borde del podio, por lo que al golpear el escalón, cayó al suelo y se hizo pedazos.
Aunque Norris hizo como si nada, al darse cuenta el piloto de Red Bull no pudo evitar contener la risa por la torpeza de su compañero. La risa de Max Verstappen contagió a Lando Norris, que se echó a reír junto a él.