Ronnie O'Sullivan cuenta cómo perdió siete años de su vida por culpa del alcohol y las drogas

J.A.G

POLIDEPORTIVO

Ronnie O'Sullivan.Ronnie O'Sullivan jugando al snooker
Ronnie O'Sullivan jugando al snooker Captura de pantalla

El siete veces campeón de snooker reconoce que durante ese tiempo se convirtió en «una persona horrible»

13 may 2023 . Actualizado a las 14:58 h.

El siete veces campeón de snooker, Ronnie O'Sullivan, ganó su primer Campeonato Mundial en el 2001 y el último en el 2022. A lo largo de su carrera ha tenido que luchar, además de contra sus rivales, contra su adicción al alcohol y las drogas, que le hicieron perder siete años de su vida tal y como reconoció en una entrevista donde presentó su libro Unbreakable.

Los problemas de Ronnie O'Sullivan comenzaron en 1992, cuando tenía 16 años y su padre fue encarcelado por asesinato. «Fue entonces cuando empezaron los locos siete años. Las juergas, las pérdidas de conocimiento. No era consciente cuando estaba en medio de todo eso. Yo vivía el momento. Estaba tratando de encajar la mayor parte del tiempo, haciendo las cosas que pensé que debería estar haciendo, como un tipo de mi edad con un poco de dinero», confesó el inglés en BBC Radio.

Ronnie O'Sullivan, que en 1998 perdió su título de Masters de Irlanda por un positivo en cannabis, reconoció que se convirtió en «una persona horrible» por culpa del alcohol y las drogas. «Perdí siete años bebiendo y consumiendo cannabis. Después, durante cuatro años, tuve que lidiar con cosas fuera del snooker que no manejé muy bien. Creo que ir a rehabilitación me enseñó que la felicidad es un trabajo interno, en lo que realmente creo», prosiguió Ronnie O'Sullivan. «No me estaba enfocando en el snooker. Supongo que todos tienen esos problemas, aunque hubo diez años en los que no rendí bien. No practiqué mucho, no tuve el espacio mental para ganar», concluyó.

Afortunadamente para él, en el 2022 ganó su séptimo título mundial; y si no lo ha revalidado en el 2023 es porque cayó en cuartos de final ante el campeón Luca Brecel. Sin embargo, lo más importante para Ronnie O'Sullivan es que el snooker le ha ayudado a centrarse en la vida y a alejarse de su adicción al alcohol y las drogas que le hundieron en sus años de juventud.

Ronnie O'Sullivan y el éxito

Cuestionado hace un par de años por el éxito en una entrevista para Marca, Ronnie O'Sullivan señaló: «Creo que mi éxito se debe a cómo compito. Eso te hace diferente, a mí o a cualquiera, porque es lo primero que capta la atención o la imaginación de la gente. Si ves a un deportista por primera vez, sea de la disciplina que sea, lo que te atrae es la forma cómo juega. Después tomarán una decisión de si te aman o no. Los que te quieren se convierte en fans y son muy leales. Muchos de los que tengo me apoyarían hiciera lo que hiciera. Lo mismo ocurre con otros deportistas como McEnroe, Cantona o Tiger Woods. Dividen la opinión, pero al final cuando lo hacen bien el mundo se detiene y dice 'wow'».

Sobre la motivación, por su parte, comentó: «Te enamoras y desenamoras de lo que haces muchas veces, pero en ocasiones puedes pulsar el interruptor y encuentras esa motivación de nuevo. Hay tantas cosas diferentes que estoy haciendo en este momento y que tienen prioridad sobre el deporte... Si mañana me dieran a elegir entre el snooker o el interés de otros negocios, porque no pudiese hacer ambas cosas, dejaría esto inmediatamente. No tengo ninguna duda. En la lista de prioridades está abajo y, si algo tuviera que dejar de formar parte de mi vida, sería esto. De verdad que no me pasaría nada si no jugase ningún torneo más».

Y es que Ronnie O'Sullivan se ha convertido en un hombre de negocios: «No me queda nada por lograr. Mientras compito, me centraré en los eventos en China. Si jugara cuatro o cinco años más sería para hacerlo en ese país. He creado allí una empresa de gestión para buscar oportunidades de explotación. Sin duda son más numerosas de las que tenemos en Reino Unido».

La extravagancia de Ronnie O'Sullivan

Ronnie O'Sullivan llegó a disputar el Abierto de Inglaterra con las uñas pintadas de rosa, algo que también explicó en dicha entrevista: «Lo del esmalte fue idea de un amigo que trabaja de relaciones públicas y está involucrado en varias causas benéficas, no es que yo quiera parecer un bienhechor todo el rato. No soy así, pero tampoco soy el tipo de persona que rechaza una oportunidad para ayudar. Quizá hace 15 años me hubiese avergonzado, pero estoy en ese punto de mi vida que no me importa tanto. Como deportistas tenemos un gran escaparate para mostrar buenas causas. En los últimos años he sentido que crezco mucho más como persona fuera del deporte».