El dolor de Lucía Martín-Portugués al perder su beca cuando iba a por la medalla: «¡Qué vergüenza!»

J.A.G

POLIDEPORTIVO

Lucía Martín-Portugués.La esgrimista española Lucía Martín-Portugués
La esgrimista española Lucía Martín-Portugués Europa Press

Tras caer en primera ronda, Lucía Martín-Portugués, que iba a por medalla, podría haber vivido el último asalto de su carrera ya que va a quedarse sin beca

29 jul 2024 . Actualizado a las 17:59 h.

La esgrimista española Lucía Martín-Portugués, eliminada en el tablón del 32 en los Juegos Olímpicos en sable, se marchó del Grand Palais de París entre lágrimas y «decepcionada» por no poder seguir adelante en una competición a la que acudió con el objetivo de pelear por las medallas.

«¡Qué vergüenza! Caer en primera ronda y venía a por medalla. Es que esto no merece la pena», lamentó. «Es que puede haber sido el último asalto de mi carrera porque me quedo sin beca», constató Lucía Martín-Portugués, de 33 años.

La madrileña, exenta de la primera ronda como cuarta favorita, comenzó bien el juego y llegó a ir por delante en varias ocasiones hasta que, con cinco puntos en su casillero, la húngara cambió de estrategia, se mostró más aguerrida y la obligó a recular en varias ocasiones.

Las palabras del entrenador de Lucía Martín-Portugués

Lucía Martín-Portugués, formada en el Club de Esgrima de Madrid y entrenada por José Luis Álvarez, se vino abajo sin ofrecer una reacción según fueron pasando los minutos y acabó sucumbiendo ante la húngara, más segura en buscar los puntos débiles de la española, que acabó sin recursos para intentar la remontada.

«Lucía venía a por medalla. Estaba en un gran momento, pero la húngara es muy buena. El ranking es engañoso porque bajó por la lesión del cruzado pero siempre ha estado entre las mejores», señaló José Luis Álvarez en declaraciones recogidas por Marca.

«Lucía es una tiradora que se viene arriba cuando siente que tiene el control, que ella manda, pero hoy la húngara no la ha dejado sentirse cómoda en ningún momento», añadió el entrenador de Lucía Martín-Portugués.

La esgrimista española, que tenía depositadas muchas esperanzas en estos Juegos, salió de la competición destrozada, llorando y lamentando la oportunidad pérdida. «Qué vergüenza, he perdido a la primera cuando venía a por medalla. No me he encontrado», repitió en varias ocasiones en la zona mixta del Grand Palais, donde la prensa respetó el momento de dolor de la deportista sin pedirle unas declaraciones de reacción.

Además, la derrota ante la húngara conlleva otro importante trastorno para la esgrimista, que, al bajar de posición en el ránking, perderá su beca ADO.

Lucía Martín-Portugués estuvo arropada en las gradas por la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, y su hermana, la infanta Sofía, que estuvieron sentadas en las gradas, como un aficionado más, junto al presidente del Comité Olímpico Español (COI), Alejandro Blanco, y el presidente de la Federación Española de Esgrima, José Luis Abajo, 'Pirri'.

Todos ellos animaron a la deportista española, que, tras su debut olímpico a los 33 años, se marcha a casa con un sabor amargo, pero con el orgullo de devolver a la esgrima femenina a los Juegos Olímpicos 16 años después. Desde Pekín 2008, cuando Pirri logró el bronce en espada, la única medalla española olímpica en este deporte, no había una mujer española en competición.

La esgrimista madrileña había logrado su clasificación para los Juegos Olímpicos de París tras completar un exitoso ciclo olímpico con dos oros en la Copa del Mundo de Argelia 2022 y el Grand Prix de Túnez 2024, platas en las Copas del Mundo de Atenas 2022 y 2024 y el Grand Prix de Túnez 2023 y un bronce en la Copa del Mundo de Estambul en 2023.