Un centro madrileño ensaya el control de presos en régimen abierto con pulseras emisoras de señales Desde primeros de abril, once internos de régimen abierto del centro Victoria Kent, de Madrid, al que sólo tenían que ir a dormir, ya pueden hacerlo también en su casa, al participar voluntariamente en un programa de control telemático. Una pulsera emisora de señales, que tienen que llevar puesta en un tobillo, es suficiente para saber si están en su casa las horas que debían pasar en la prisión. No hay posibilidad de fraude, porque es imposible manipular la tobillera, que envía una señal cada vez que el penado entra en casa.
30 may 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Por primera vez en España, once internos de régimen abierto _siete hombres y cuatro mujeres_, escogidos entre 300 reclusos de tercer grado, disfrutan de las supuestas ventajas de llevar puesta una tobillera que controla no sus movimientos, sino las horas que permanecen en su casa. Se trata de una posibilidad que los penados acogen de forma voluntaria. Los internos que participan en este programa piloto, que ya funciona en países como el Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Bélgica, Australia, Alemania o Israel, han sido elegidos entre aquellos que tienen cargas familiares, problemas de salud, son presos primarios o bien ya han cumplido la mayor parte de la pena y están a punto de alcanzar la condicional. A los seleccionados se les ha colocado en un tobillo una pulsera emisora de señales y en su domicilio, conectado a la línea de teléfono, un receptor que además envía datos a los ordenadores del centro. A la hora en que los presos deben estar en su casa, el receptor informa. Si no han llegado, salta la alerta en los equipos de la prisión. Lo mismo ocurre si el recluso intenta manipular los equipos o quitarse la pulsera. Eso sí, el preso puede llamar a cualquier hora del día al centro para informar de los imprevistos que puedan surgirle. El programa actual tiene una duración de dos meses, aunque responsables de Instituciones Penitenciarias consideran que es probable que el sistema de control telemático se implante definitivamente, ya que está dando unos excelentes resultados. No obstante, fuentes del ministerio consultadas por este periódico señalan que es improbable que se instale definitivamente este sistema debido a los altos costes del mismo. Infracciones Por ahora son muchos los internos que han manifestado su intención de acceder a este sistema. A todos se les avisa de que si no cumplen alguna de las normas se les consideraría autores de un delito de quebrantamiento de condena. Para ello, los reclusos han de firmar previamente un documento comprometiéndose a no violar el reglamento de este sistema.