Los parientes del niño desaparecido en mayo reconocen las ropas halladas junto a los huesos Un camionero encontró ayer en un vertedero restos de lo que parece el esqueleto de un niño. Huesos, un cráneo y una mandíbula, junto a un trozo de tela de pana azul, una zapatilla y una camiseta aparecieron cerca del centro comercial Pryca, en la localidad madrileña San Fernando de Henares, a menos de un kilómetro del lugar donde hace el pasado 27 de mayo se perdió la última pista de Jonathan Vega Barrull. Su madre reconoció ayer los restos de ropa como los que llevaba su hijo el día que desapareció.
21 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.La madre de Jonatahan, Rosa Barrull, que fue llamada por la policía para reconocer la ropa, llegó a la comisaría rota por el dolor acompañada por al menos una veintena de familiares. Una tía del pequeño, al que cariñosamente llamaban Chuky, ratificó la identificación de las prendas por la madre y la abuela. Un trozo del peto azul y las zapatillas anaranjadas con la imagen del canario Piolín, que vestía el último día que lo vieron. Las investigaciones las desarrolla la Policía Científica, la Comisaría de Policía Nacional Coslada-San Fernando y el Grupo de Homicidios. El lugar donde ayer fueron hallados los restos fue rastreado durante tres días, junto a la ribera del Jarama y el cauce del río, por los bomberos y perros adiestrados al poco de denunciarse la desaparición del pequeño. A pesar del hallazgo de ayer, los cuerpos de seguridad recomiendan cautela a la hora de relacionar el descubrimiento con el muchacho. Semienterrados Según explicó el concejal de Seguridad Ciudadana de San Fernando, Valentín Martín-Alonso, alrededor de las 14 horas de ayer, un camionero procedió a verter escombros de las obras de la carretera M-45. Cuando levantaba el remolque, le pareció ver unos restos humanos, por lo que paró inmediatamente. Llamó a un compañero para explicarle lo que había visto y, asustados, alertaron a la policía local. Los agentes dieron parte al Cuerpo Superior de Policía y, acompañados por una juez de Coslada, se dirigieron al lugar. Según el edil, los restos estaban semienterrados y para rescatarlos hubo que mover la tierra arrojada por el camionero. Los restos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense. Hoy se sabrá si pertenecen a Jonathan, para lo cual es determinante la prueba del ADN. Tras su desaparición, se especuló con la posibilidad de que el chaval hubiese sido raptado para cobrar como rescate los 25 millones que su madre esperaba percibir por la muerte en accidente de tráfico de su marido en 1998.