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Treinta años en poder de ETA

Javier Armesto Andrés
JAVIER ARMESTO A CORUÑA

ESPAÑA

EUROPA PRESS

Hoy se cumple el aniversario del primer secuestro de la banda, que sigue dictando la actualidad en Euskadi como hace tres décadas El 1 de diciembre de 1970, hace hoy treinta años, Eugen Beihl Schauffer tuvo el dudoso honor de convertirse en el primer secuestrado de ETA. Cautivo durante casi un mes, la banda lo liberó unos días antes de producirse la conmutación de penas a los condenados en el proceso de Burgos. Desde entonces, ETA ha secuestrado a 84 personas, de las que nueve fueron asesinadas y seis liberadas gracias a operaciones de las fuerzas de seguridad. Expertos de la lucha antiterrorista creen que la organización armada podría volver a poner en práctica la que ha sido una de sus principales fuentes de financiación durante años.

30 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

Eugen Beihl era consul de la República Federal de Alemania en San Sebastián. Un comando de ETA lo esperó en el garaje de su casa y le obligó, a punta de metralleta, a meterse en su propio coche, en el que fue trasladado a Francia. Con su secuestro, la banda pretendía forzar la liberación de los encausados en el proceso de Burgos, que comenzaría dos días después y en el que estaban acusados 16 activistas, seis de los cuales serían condenados a muerte. Beihl estuvo encerrado en una casa en el país vasco-francés, en las afueras de Monte Pi, a unos 18 kilómetros de la frontera. ETA había asegurado que si no se cumplían sus condiciones sería ejecutado. Pero, cuando llevaba trece días retenido, a punto estuvo de poder escapar. Sus captores le permitieron salir al pasillo para tomar algo de aire fresco. Según él mismo declararía, «el corazón me dio un vuelco cuando descubrí una ventana sin apuntalar, cubierta con una manta». Rápidamente saltó por ella, descalzo y en pijama, y se puso a correr en dirección al pueblo. Una vez allí, entró en un bar lleno de gente y contó lo que le había pasado. La dueña del establecimiento salió con varias personas, teóricamente para avisar a la gendarmería. Pero media hora después regresaron, cogieron a Beihl y, para su sorpresa, lo volvieron a llevar a la casa donde había estado secuestrado. A partir de ese día le obligaron a dormir atado. Un altavoz a cambio Mientras tanto, el proceso de Burgos había terminado. El juicio había desatado en el extranjero una gran campaña antifranquista, tanto de partidos de izquierda como de gobiernos, e incluso por parte del Vaticano. Aunque Franco no anunciaría la conmutación de las penas hasta el 29 de diciembre, durante el discurso de fin de año, Beihl fue liberado el 25. Las negociaciones con la banda en París y la presión del Ejecutivo alemán _que llegó a ofrecer a ETA un altavoz para difundir su propaganda_ fueron determinantes para lograr la libertad del diplomático.