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Los chinos ya no pasan por japoneses

MELCHOR SÁIZ-PARDO. Colpisa MADRID

ESPAÑA

JOAQUÍN SÁNCHEZ

El mayor control en las fronteras alemanas provoca que los inmigrantes asiáticos, que utilizaban pasaporte nipón, entren por el Estrecho El endurecimiento de los controles en las fronteras orientales de la Unión Europea parece ser el origen de que las mafias chinas de la inmigración hayan comenzado a ensayar este año, la ruta del Estrecho de Gibraltar como nueva vía de entrada de inmigrantes asiáticos a España y el resto de Europa. Por primera vez, la semana pasada un grupo de 16 chinos indocumentados fue interceptado en Tarifa, después de desembarcar de una patera procedente del norte de África.

05 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

Desde mayo, la policía tiene constancia de que las redes de tráfico de personas asiáticas ha florecido en Ceuta y que los chinos están dispuestos a pagar hasta 5.000 dólares (casi un millón de pesetas) por un vuelo China-Malasia-Marruecos y dos travesías en patera. Según los mandos de la Brigada de Extranjería, la ruta tradicional de la inmigración ilegal china a España utilizaba la la frontera germano-polaca, ya que el Tratado de Schengen permite la libre circulación de personas una vez que se haya entrado en un país de la Unión. El primer paso era la obtención de pasaportes falsos con nombres de ciudadanos japoneses o coreanos, que eran visados para entrar y salir de Rusia y las ex-repúblicas soviéticas. Sin embargo, la picaresca de hacerse pasar por japoneses hace años que fue descubierta por las autoridades alemanas, que reforzaron los controles. A pesar de la llegada de esta última remesa de inmigrantes asiáticos a España, tanto la policía como la Guardia Civil insisten en que la inmigración oriental en el Estrecho no deben causar alarma, ya que por el momento las cifras no son importantes. Durante este año, según fuentes de Extranjería, sólo se han detectados dos grupos, de entre 12 y 20 orientales en Ceuta y un colectivo de ocho chinos en Melilla, que ya han sido repatriados. Anticipo Los investigadores aseguran que la captación de los futuros espaldas mojadas que llegan a Ceuta se produce en las zonas más pobres de las provincias del sudeste chino, como Zhenjiang, Guangzhou y Fujian. Al tratarse de personas con escasos recursos, los responsables de las redes anticipan los 5.000 dólares que los inmigrantes deberán pagar una vez instalados en España, trabajando en talleres textiles clandestinos, restaurantes, venta ambulante o prostitución, como el caso de unos inmigrantes llegados en el mes de mayo. La primera escala del viaje del grupo interceptado la semana pasada fue un aeropuerto de Malasia. Desde allí, con varias paradas en países también musulmanes, el trayecto terminó -sin demasiadas preguntas- en la ciudad marroquí de Casablanca, donde fueron recogidos por los responsables de la red en el magreb.