El ideólogo de la banda en los años ochenta, que se encuentra encarcelado en Alcalá-Meco, podría salir de prisión dentro de cuatro meses La Audiencia Nacional ha condenado a diez años de prisión a Eugenio Etxebeste Arizkuren, «Antxon», por un delito de pertenencia a banda armada. El que fuera dirigente de ETA podría, no obstante, ser excarcelado en el mes de agosto, debido a que entonces llevará cuatro años como preso preventivo, el máximo permitido por la ley. Antxon ha sido condenado por el «caso Sokoa», la única causa abierta contra él desde que en agosto de 1997 fuera extraditado a España desde Santo Domingo. La Audiencia también ha condenado a Ignacio Aracama, «Makario», a siete años, y ha absuelto al arrepentido Soares Gamboa.
17 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Los magistrados señalan que Etxebeste se incorporó a la banda «sobre 1979» como responsable del aparato de logística, «ocupándose de las labores de formación y cursillos» a los comandos y que fue el encargado de «fijar las líneas ideológicas del grupo y, en consecuencia, de orientar los objetivos de sus acciones». La Audiencia Nacional no tiene dudas de que Eugenio Etxebeste formó parte de la dirección de ETA -incluso después de que fuera deportado a Santo Domingo en 1984 y más tarde a Ecuador-, y que no era simplemente un «conocido militante antifascista» como declaró durante el juicio oral. Es más, los magistrados señalan que como parte del órgano directivo de la banda actuó en materia de «orientación político-ideológica». Posibilidad de recurso Una vez dictada la sentencia, si Antxon presenta recurso de casación ésta no sería firme y, por lo tanto, tendría que salir de prisión si antes el Alto Tribunal no se ha pronunciado sobre su condena, una circunstancia más que probable, habida cuenta de la lentitud con que se tramitan este tipo de causas. Ahora bien, existe la posibilidad de que la sala que le ha condenado, a petición del fiscal, se reúna para impedir su excarcelación. Entonces, siempre y cuando el Supremo no haya resuelto la cuestión, los magistrados podrían solicitar para Antxon la prórroga de la cárcel por un período de tiempo no superior a la mitad de la pena impuesta, cinco años. Así las cosas, si el alto tribunal no se pronuncia antes de agosto del 2002, nada impediría que Antxon saliera de prisión, a donde sólo podría volver si el Supremo confirma la sentencia o si ésta supera los cinco años de pena, ya que el ex-dirigente de ETA no tiene más causas pendientes con la justicia española.