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Las heridas de un detenido acusado de pertenecer a ETA le impiden declarar

MELCHOR SÁIZ-PARDO MADRID

ESPAÑA

Los funcionarios aseguran que Unai Romano se autolesionó en el calabozo y el presunto terrorista denuncia haber sido objeto de torturas Las lesiones del presunto terrorista Unai Romano Igartua, detenido la madrugada del pasado jueves en Vitoria, han impedido su interrogatorio por la Guardia Civil. Romano, que compareció en la Audiencia Nacional con heridas en el rostro y en las muñecas y con collarín, fue enviado a prisión acusado de un delito genérico de terrorismo. La Guardia Civil ha hecho saber que el detenido se autolesionó en el calabozo. La Audiencia Nacional también decretó cárcel para José Tamboleo Fonseca, el «okupa» barcelonés que ayer reconoció haber albergado en su domicilio al jefe del comando Barcelona, Fernando García Jodrá.

11 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Según explicaron fuentes judiciales, las lesiones de Romano datan de la noche del viernes al sábado, cuando el detenido se encontraba confinado en un calabozo de las dependencias de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, antes de comenzar su declaración policial. Fueron funcionarios del instituto armado los que avisaron el sábado al enlace de la Audiencia Nacional para alertarle del maltrecho estado del detenido. Ese día, la forense del tribunal certificó que Romano sufría heridas en sus muñecas y diversas contusiones en la cara, que le impedían abrir los ojos. Según la versión ofrecida por la Guardia Civil a la Audiencia Nacional, el detenido se golpeó la cabeza, envuelta en una manta, contra la pared de forma repetida. Además, el arrestado se mordió las muñecas. La explicación del origen de la heridas ofrecida por Romano al juez es bien diferente, pues alegó haber sido objeto de torturas por parte de la Guardia Civil. El magistrado Ruiz Polanco, que tomó nota de sus argumentaciones, le informó de la posibilidad de plantear denuncia ante los juzgados ordinarios. Fuentes fiscales explicaron que esta institución «no da credibilidad» a la versión ofrecida por el detenido y que no van a iniciar actuación judicial alguna. Negó pertenencia Unai Romano, al que Interior considera miembro de uno de los dos comandos de ETA desmantelados en Vitoria, no quiso responder las preguntas del juez, ni siquiera aquellas referidas a las imputaciones de pertenecer a ETA realizadas por el supuesto captador de la banda en Álava, Juan Carlos Subijana. Romano se limitó a negar su militancia en la organización armada. El magistrado Ruiz-Polanco confirmó su prisión bajo la acusación genérica de terrorismo.