El guardia civil de Jaén mató a sus víctimas por despecho

AGENCIAS JAÉN

ESPAÑA

Culpaba a la madre y a la hermana de su novia de su ruptura sentimental Unos dos mil vecinos de la localidad jienense de Torredelcampo acudieron ayer al entierro de Dolores Miranda Serrano y de sus hijas María José y Luisa, asesinadas por el ex-novio de María José, el guardia civil Miguel Ángel La Rosa, que se suicidó. El agente recibió sepultura en la población cercana de Alcaudete y a su sepelio acudieron unas 400 personas. El móvil del crimen sería el despecho de La Rosa tras la ruptura con la joven que, al parecer, achacaba a la negativa de la madre y la hermana a que se fuera con él a Navarra.

22 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

El funeral por las tres mujeres se celebró en la iglesia de San Bartolomé de Torredelcampo. A las 17 horas llegaron a la iglesia los féretros con los cuerpos de María José Moral Miranda, de 23 años, su hermana Luisa, de 24, y la madre de ambas, Dolores Miranda Serrano, de 48 años. Los féretros fueron trasladados a hombros hasta el cementerio entre muestras de dolor de familiares y allegados. El padre y marido de las víctimas, Juan Moral Álvarez, es constructor y en el momento de los hechos estaba trabajando en Andújar (Jaén) junto al único hijo que le queda, Miguel Ángel Moral. También ayer, a las 18 horas, se celebró en la iglesia de San Pedro de la localidad próxima de Alcaudete el sepelio por el guardia civil Miguel Ángel La Rosa, de 27 años, que presuntamente asesinó a las tres mujeres en venganza por la negativa de María José a retomar su relación, rota por ella hace aproximadamente un mes. Al parecer, el agente culpaba de la ruptura a la madre y a la hermana, contrarias a que María José se fuese a vivir con él a Elizondo (Navarra), en donde estaba destinado. Unas 400 personas acompañaron a la familia del joven, mientras su madre repetía: «Hijo mío con los bueno que tú eres y lo que has hecho». El suceso ocurrió a primera hora de la tarde del viernes en la vivienda familiar de las tres mujeres en Torredelcampo. Los cadáveres de las tres víctimas y del presunto autor de los disparos, que se suicidó, fueron localizados dentro de la vivienda, en la que permanecía escondido debajo de una mesa camilla el hijo de Luisa Miranda, que acaba de cumplir un año. Según las investigaciones, los cuerpos tenían en total cinco impactos, dos de ellos la madre y uno cada uno de los otros tres cuerpos. Los vecinos y amigos de Miguel Ángel comentaron que era un joven «muy normal», aunque reconocieron que estaba «molesto» por la ruptura con su ex-novia que, según relataron, atribuía en parte a la influencia de la madre y la hermana de la joven.