La policía halló ayer, sobre las 13 horas, en la Casa de Campo de Madrid, el cadáver de una mujer de unos 30 años con signos de violencia. El cuerpo presentaba golpes en la cabeza y en la cara, además del cuello girado a la izquierda, posiblemente roto, según las fuentes. Las mismas fuentes explicaron que todos los indicios apuntan a que el móvil del crimen no fue el robo, ya que el autor de la muerte no le quitó ni los pendientes, ni las pulseras que llevaba. El cuerpo de la mujer, con aparentes signos de violencia, según informó Protección Civil, estaba en posición decúbito supino y había sido arrojado a una zanja abierta para plantar en ella algún árbol, en una zona de repoblación forestal de la Casa de Campo denominada el Cerro de Garabita, junto a la carretera del parque. Las fuentes indicaron que el cuerpo de la mujer, de raza blanca, conservaba la ropa. Los facultativos certificaron la muerte de la joven, cuyo asesinato investiga ahora el Grupo de Homicidios de la Policía.