Los socialistas elaboran encuestas para redactar el programa electoral El PSOE ya piensa en los comicios municipales y autonómicos del 2003, la primera gran cita electoral de José Luis Rodríguez Zapatero. La dirección socialista pretende limitar los cambios y que las primarias se desarrollen en un clima de diálogo y entendimiento para evitar fisuras que perjudiquen el liderazgo de Zapatero. El secretario de Organización, José Blanco, ya ha advertido a la cúpula del partido de la necesidad de cerrar ese proceso de la manera más «tranquila» posible.
04 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en junio del 2003 se han convertido ya en la prioridad del PSOE. José Luis Rodríguez Zapatero es consciente de la importancia que esos comicios tienen para su partido y para su propio proyecto. Más si cabe después del tímido avance que el PSOE tuvo en el País Vasco -donde ganó votos pero perdió un escaño- y en Galicia -avanzó dos escaños pero no consiguió ni superar al BNG ni, mucho menos, romper la mayoría absoluta del PP. Sin embargo, antes de conocer la decisión de los ciudadanos sobre el programa del «nuevo socialismo», Zapatero y su equipo deberán superar una prueba crucial: las primarias de las que saldrán los candidatos a presidir las trece comunidades autónomas en juego y los grandes ayuntamientos de todo el país. Esa es, hoy por hoy, una de las grandes obsesiones de la ejecutiva federal, con el secretario de Organización, José Blanco, a la cabeza. El equipo de Zapatero pretende desarrollar las primarias en el menor tiempo posible y con un debate «constructivo, pero sin agresiones internas». Dicho de otra manera, como lo hace un portavoz parlamentario: «Renovar el partido, pero sin descabezarlo». Renovación imparable La dirección socialista no duda de que la renovación nacida del 35 congreso federal es imparable, pero prefiere que se produzca lentamente, sin crear divisiones internas que puedan cuestionar de manera innecesaria determinados liderazgos. Un dirigente del PSOE lo explica de manera clara: «El partido debe elaborar las listas electorales desde la unidad, puesto que las divisiones internas son fuertemente castigadas por los electores. No hace falta remontarse muy lejos», en clara alusión a las generales del 2000. Aún en el caso de aquellos lugares donde se celebren elecciones primarias, la ejecutiva pretende evitar las fisuras internas en la medida de lo posible. Para conseguirlo, los socialistas utilizarán los estudios sociológicos que desde hace meses han elaborado en las ciudades que consideran prioritarias. En función de esos trabajos, desarrollados en el marco de los planes de calidad puestos en marcha por la Secretaría de Comunicación Interna e Innovación de Enrique Martínez, los dirigentes del PSOE decidirán sobre la conveniencia o no de realizar cambios en el liderazgo. Los nuevos modos de trabajo y gestión -aplicados en medio centenar de agrupaciones- incluyen una serie de encuestas para analizar la presencia del PSOE en el tejido social de cada ciudad y conocer la valoración que los ciudadanos hacen de su gestión.